El juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa prosigue hoy la vista
oral en la que ha desembocado el proceso iniciado en 1991 a raíz de
que colisionaran dos rápidos en aguas de Eivissa, un accidente en
el que se registraron 40 heridos. La juez Marta Díaz tiene previsto
tomar declaración durante esta sesión a los 39 pasajeros
mallorquines que iban a bordo del «Rápido de Formentera».
La quincena de pasajeros, todos ellos residentes en Eivissa, que
testificaron en el primer día de juicio, apenas pudieron aportar
datos esclarecedores a la Sala. La mayor parte dijo no haber visto
las maniobras que precedieron el accidente o bien reconocieron no
acordarse con exactitud de lo que sucedió antes de la colisión. Los
que sí pudieron verlo dieron versiones contradictorias sobre qué
embarcación supuestamente maniobró más imprudentemente.
La declaración de los pasajeros mallorquines, que se han
personado en la causa como acusación particular, será vital para
aclarar este aspecto que ha llevado al banquillo, acusado de un
presunto delito de imprudencia temeraria, al responsable del
«Rápido de Algeciras», al no poder hacerlo el otro capitán,
fallecido hace dos años. El único imputado en la causa negó en el
primer día de la vista que hubiera «pique» entre las dos
embarcaciones y afirmó que el abordaje se produjo al producirse
distintas circunstancias en la navegación, pero ajenas a cualquier
competición entre los capitanes.
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