El juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa ha condenado a cuatro
años y cuatro meses de cárcel a un vecino de Sant Rafel al que se
le considera probado un delito de maltrato habitual en el ámbito
familiar y otros dos de amenazas. Al acusado también se le ha
prohibido acudir al lugar donde reside su ex esposa por un periodo
de cinco años. El juzgado ha determinado que Juan Bonet Cardona, de
53 años, «en periodo temporal y fechas indeterminadas de forma
reiterada» golpeó y retorció los brazos a su mujer. La víctima,
además, tuvo que sufrir que le agarrara fuertemente por el cuello.
Asimismo se considera cierto que el acusado, a media tarde del
25 de enero de 1998 y cuando la pareja se hallaba en su domicilio,
amedrentó a su mujer con un cuchillo de matanza diciéndole
repetidamente que «tenía que matarla». En octubre las amenazas se
repitieron. Juan Bonet Cardona llegó esta vez a la casa con una
escopeta de caza con el mismo argumento. La sentencia recoge que
esta situación «causó con todo ello gran desasosiego y una muy
grave intranquilidad de ánimo». La decisión judicial echa por
tierra la defensa del agresor, que en la vista afirmó que todo era
mentira y que era víctima de una conspiración de su ex mujer y de
sus cuatro hijos para quedarse con los bienes del pleito de la
separación. La Sala entiende que el testimonio de la víctima no
tiene fisuras y así lo confirman también las declaraciones de sus
parientes y de la Guardia Civil. La mujer no llegó a denunciar
durante esos años los malos tratos por miedo y por sus hijos y ni
siquiera se lo dijo a ellos. Varias veces vecinos y familiares
fueron testigos de agresiones y en otras moratones en la víctima
delataban lo ocurrido.
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