La tripulación del «Halcón II» llevaba más de 24 horas sin dormir
cuando en la madrugada de ayer interceptó a 30 millas de Eivissa al
«Magallón II», una embarcación que llevaba en sus bodegas 1.750
kilos de hachís. El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) ponía así
broche a la «Operación Estrecho», que dirigida por la Unidad
Central de Estupefacientes de la policía ha servido para aprehender
desde mediados del año pasado un total de 8.500 kilos de hachís y
acabar con una destacada red de tráfico de esta droga.
Ayer mismo la policía arrestaba en Castellón a los dirigentes de
la organización poniendo fin a una larga investigación que se ha
saldado con más de veinte detenidos.
La última fase de esta operación se ha resuelto con un total de
nueve detenidos, cuatro de ellos tripulantes del «Magallón II».
Sólo uno de ellos es de nacionalidad española.
El «Magallón II», que se dirigía a la costa catalana, entró en
el puerto de Eivissa sobre las ocho de la mañana. En las horas
siguientes la policía culminaba todo el trabajo tras localizar y
arrestar en Castellón a otras cinco personas, dos marroquíes a los
que se considera introductores de la droga y tres gallegos
pertenecientes a un importante clan de esta comunidad conocido por
sus «negocios» de narcotráfico. Los nombres de los cinco
sospechosos son Mohamed H. y Mohamed K., alias «Hach», Manuel S.
F., Cayetano R. G. y José N.N. Las investigaciones policiales han
determinado que los dos primeros eran los proveedores del hachís
que luego era distribuido por los narcotraficantes gallegos. Los
tres españoles detenidos en Castellón se hallaban reclamados por
varios juzgados por anteriores asuntos de tráfico de drogas.
La «Operación Estrecho» comenzó a dar sus frutos el pasado mes
de julio tras abordarse en aguas de Rota (Cádiz) al «Moon». El
operativo se concretó con cinco detenidos y el decomiso de 600
kilos de hachís.
Cuatro meses después se requisaron en la localidad valenciana de
Puzol 384 kilos de los que tendrá que responder un sospechoso. El
día 17 de noviembre, tan sólo nueve días después del anterior
servicio, se abordó a otra embarcación, del tipo Valiant, en la
localidad almeriense de Roquetas. Se detuvo a otras cuatro personas
y se requisaron 600 kilos más de hachís.
El «Michelle y Louise» fue el siguiente barco en caer. La
embarcación, como le ha ocurrido al «Magallón II», también fue
interceptado en aguas de Balears cuando ponía su proa a Castellón.
Todo ocurrió el pasado 13 de enero y se requisaron en esa ocasión
5.190 kilos, el mayor alijo de esta sustancia estupefaciente
intervenido hasta la fecha en las Islas. El trabajo se resolvió con
cinco detenidos.
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