Un trabajo de vigilancia que llevaba a cabo la Guardia Civil en la
zona conocida como Can Roig, en Santa Gertrudis, se ha saldado con
la detención de un vecino de Eivissa al que se le considera
propietario de medio kilo de cocaína que fue requisado en el
dispositivo. El sospechoso, identificado como Rafael M.P., oriundo
de París y de 42 años de edad y con muchos años de residencia en la
isla, ingresó ayer tarde en prisión sin fianza por orden del
juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa.
Los agentes de Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga
(EDOA) detuvieron al sospechoso y requisaron la cocaína en una
operativo que se montó días atrás al recabarse informaciones que
apuntaban a que esta misma zona estaba siendo utilizada para
ocultar estupefacientes como paso previo a su distribución.
La detención de Rafael M. P. se realizó precisamente anteayer
cuando agentes que participaban en el citado dispositivo llevaban a
cabo un control en uno de los caminos en los que según estas
informaciones podría estar siendo utilizado para el tránsito de la
droga a su escondite. El acusado fue descubierto entonces en un
paraje completamente deshabitado y mostrando una actitud altamente
sospechosa. Las presunciones se cumplieron tras descubrir los 500
gramos de cocaína que han sido decomisados y que se hallaban
envueltos en cinco paquetes. La droga, según las primeras
estimaciones y a falta de que lo confirme el laboratorio,
presentada en forma de roca, es de gran pureza y estaba destinada
posteriormente a su corte para su comercialización. Su valor, en su
actual estado, ronda según estos mismos cálculos los cinco millones
de pesetas.
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