El carril afectado tras el accidente fue convenientemente señalizado y se retiró la grasa esparcida por la calzada en un trabajo que se prolongó durante cerca de cuatro horas. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

Los bomberos y personal de Carreteras tuvieron que trabajar cerca de cuatro horas para limpiar los restos que dejó un cerdo que fue arrollado tras cruzarse en plena calzada. El accidente, en el que se vieron implicados dos vehículos, tuvo lugar en las primeras horas de la mañana y pese a la espectacularidad de lo ocurrido sólo hubo que lamentar un herido leve.

Todo ocurrió en el kilómetro 9 en el entorno de las seis y media de la mañana. Un vehículo que se dirigía a Eivissa,un turismo, se topó con el animal. El gorrino reventó tras la violenta colisión provocando un peligroso derrame de restos en una extensión próxima a los cien metros. Un turismo que iba detrás del otro, al parecer a varios metros , derrapó a causa de la grasa de las entrañas del animal. El conductor de este vehículo no pudo hacer nada para poder hacerse con el control del volante. Su coche terminó saliéndose de la carretera.

La Guardia Civil de Tráfico, que ayer investigaba de dónde podía haberse escapado el cerdo, tomó inmediatamente las primeras medidas para que no se produjeran nuevos siniestros. El carril donde se produjo la colisión fue cerrado a la circulación al mismo, siendo posible que continuara el tráfico por el carril interior. Al mismo tiempo se dio aviso al Parque Insular para que los bomberos procedieran a la limpieza del asfalto. Los bomberos, una vez que había sido convenientemente señalizado el tramo del kilómetro 9, trabajaron en la zona hasta cerca de las once de la mañana.