Cerca de 100.000 personas han sido movilizadas en Venezuela para ayudar en las tareas de salvamento.

AGENCIAS-CARACAS Seis días después de que un alud de lodo y agua arrasara una poblada zona de la costa del norte de Caracas, provocando la muerte de entre 15.000 y 25.000 personas, el Gobierno venezolano ha concentrado sus esfuerzos en la evacuación de decenas de miles de damnificados para emprender la tarea más difícil: la reconstrucción. Los intensos y continuados temporales en Venezuela culminaron la noche del miércoles al jueves con el desbordamiento de unos diez ríos que no pudieron canalizarse a través de las pequeñas quebradas que descienden de la cadena montañosa que separa Caracas del litoral. El desbordamiento fue tan repentino y con tanta fuerza que provocó una gran «ola» o masa de lodo, agua y piedras de gran tamaño que bajaron por la ladera de la montaña a gran velocidad, arrasando todo lo que encontraron a su paso hasta el mar, en una zona muy poblada La tragedia supera a la habida el año pasado en centroamérica con el huracán Mitch.

Las espeluznantes cifras de personas fallecidas fueron divulgadas ayer por el director de Defensa Civil, Angel Rangel, quien estimó, basándose en la magnitud del daño y la densidad de población del área, que «pudiéramos estar hablando de unas 15.000, 20.000 o 25.000 personas que pudieran estar bajo los escombros». «Hay áreas de hasta siete metros bajo la tierra. Allí nunca vamos a saber exactamente cuántas personas fallecieron». Unas 100.000 personas fueron movilizadas por organismos de rescate y transportadas a sitios seguros distribuidos en la capital, escuelas, iglesias y edificios públicos, dijo hoy el ministro de Asuntos Exteriores, José Vicente Rangel.