Un policía acompaña al vecino de la vivienda que sufrió el grave incendio. Foto: GERMAN G. LAMA

La casa de Puig den Valls en que habitaba un matrimonio mayor se incendió en cuestión de segundos, según los primeros indicios, a causa de un cortocircuito. El humo -proveniente del número 5 de la calle Sant Antoni -un inmueble de planta baja- fue detectado por un vecino de esta zona que rápidamente dio la alarma tras avisar al teléfono de emergencias 112.

El incendio calcinó por completo el comedor de la vivienda y afectó gravemente al resto del inmueble. No hubo finalmente heridos pese a que el personal del 061 llegó a asistir a las dos personas que en ese momento había al parecer en el domicilio siniestrado y que principalmente se vieron presa de los nervios. La presencia del fuego, iniciado sobre la una y media de la tarde, y el conocimiento entre el vecindario de que ésta estaba ocupaba provocó enseguida un amplio despliegue que reunió a unidades de Comisaría, Guardia Civil y Policía Local de Eivissa.

Al mismo tiempo, se activó la alarma en el Parque Insular y en el 061. La casa quedó precintada después de el incendio, que generó un gran calor, causara incluso el derrumbe de varios tabiques medianeros, desprendimientos en parte de la techumbre y rajas en la fachada. Se da la circunstancia que los bomberos habían acudido momentos antes a otra alarma de fuego en un piso de la Avenida de España.