Las distintas investigaciones realizadas por la Guardia Civil en Balears han contribuido a la desmantelación de una red de fraude internacional en el tráfico de aceite de oliva. Las pesquisas que se llevaron a cabo en la Islas al tenerse conocimiento de la posible conexión de la red en territorio nacional y terminaron centrándose en Mallorca al descubrirse que un vecino de esta isla podría estar implicado en la organización, acusada de estafar 8.000 millones de pesetas mediante la introducción en la Unión Europea de 14.000 toneladas de aceite de oliva procedente de Turquía y Túnez.

El sospechoso sobre el que se realizaron las indagaciones en Balears resultó ser el administrador y contable de una empresa con domicilio social en Luxemburgo detrás de la que supuestamente se halla la red.

Un portavoz de la Dirección General informó ayer a este periódico que el sospechoso fue localizado, finalmente, trabajando en una compañía de Luxemburgo como contable. Hasta allí se desplazó una comisión rogatoria, pero la detención de J.E. se produjo en territorio nacional, hace ya algunos meses. El administrador prestó declaración ante el juzgado de instrucción número 11 de Málaga, que ordenó su ingreso en prisión eludible con el pago de una elevada fianza.

El detenido, natural de Mallorca e identificado como J.E., pagó 10.000.000 de pesetas y quedó en libertad condicional.

De acuerdo con la información facilitada ayer por la Guardia Civil, la operación contra el fraude millonario del aceite se inició a mediados de 1997, tras comprobarse que partidas de este producto, procedentes de Turquía y Túnez, que eran introducidas ilegalmente en territorio aduanero comunitario.