J.J.MONERRI Una nueva operación antidrogas realizada por la Guardia Civil ha permitido poner fin a las actividades de distribución de hachís que supuestamente llevaba a cabo desde su domicilio un vecino de Sant Antoni. Este suministraba principalmente a jóvenes de 18 años. Se sospecha que los compradores, a su vez, vendían la droga a muy pequeña escala entre otros jóvenes.

En el total del dispositivo se han intervenido casi dos kilos de hachís, así como seis gramos de marihuana, y se han requisado 550.000 pesetas que se cree obtenidas con el comercio de estos estupefacientes. Los agentes del Grupo de Investigación Fiscal y Antidroga (Gifa) irrumpieron anteayer tarde en la casa de José Antonio R.T., natural de la localidad sevillana de Morón de la Frontera y de 28 años, justo en el mismo momento en el que el sospechoso procedía a cortar el hachís que luego presuntamente iba a distribuir. Al ser descubierto, arrojó los trozos por una ventana donde abajo había apostado un agente. Esta no es la primera vez que José Antonio R.T. es detenido por la Benemérita acusado de un mismo delito. La misma unidad que ahora le ha arrestado lo apresó por tráfico de hachís hace nueve años y más recientemente, en 1996, fue detenido por este hecho por agentes del puesto de Sant Antoni. La Guardia Civil investigaba - para concretar las informaciones recogidas anteriormente- desde hace al menos tres meses al sospechoso, conocido en la zona por tener un puesto «hippy» durante el verano sin que se descarte que en este tiempo también vendiera hachís.