Los hechos ocurrieron la pasada semana en este inmueble de Cala de Bou.

Los hechos ocurrieron la pasada semana en este inmueble de Cala de Bou.

P.Tur01/10/99 0:00
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La Guardia Civil estuvo a punto de sorprender a Juan José O.V. y Juan Carlos A.V. cuando volvían a la casa de Cala de Bou en la que residía el primero y donde supuestamente violaron e intentaron matar a golpes a una joven de 17 años. Ambos vieron un Patrol del instituto armado y huyeron del lugar al creer que la Benemérita ya había -o se disponía- a descubrir el cuerpo de la chica a la que creían muerta. Juan Carlos O.V., por su parte, ya no puede negar que estuvo en la casa. Un teléfono móvil que ha sido entregado en el juzgado y que fue hallado en la vivienda delata su presencia. Todo esto consta en las diligencias judiciales abiertas en el juzgado en los primeros pasos que se están dando para procesar a los dos sospechosos. A su contenido, que hasta ahora no había trascendido, ha tenido acceso Ultima Hora Ibiza y Formentera . El teléfono encontrado en la casa había sido visto en otras ocasiones por la mujer de Juan José O.V. en poder del amigo de su marido. Las posteriores gestiones de comprobación que se realicen confirmarán con casi toda seguridad este hecho.

La unidad de Policía Judicial de la Benemérita tiene de igual manera acreditado que hubo sólo dos personas en la casa que cometieron la agresión cuando a la víctima se le amordazó y se le tapó la cara. Las pruebas son contundentes. Al principio, se especuló con ello porque uno de los agresores le dijo a la joven que sus otros dos amigos iban a continuar. Todo indica que ello fue un medio más de atemorizarla.

Juan Carlos C.V. y Juan José O.V. volvían a la vivienda tras sacar por dos veces el dinero de la cartilla que le habían quitado a su víctima y cuando ya habían terminado de esconder en unos matorrales el ciclomotor en el que había llegado la joven tras recibir una invitación del inquilino de la casa. La intención de ambos, según figura como manifestado, era deshacerse de la moto quemándola.

La presencia de la Guardia Civil les disuadió. Los agentes llegaban a la casa después de que la joven se hubiera refugiado en ella tras pedir ayuda por el balcón.