1.700 personas han muerto ya en Taiwán a causa del fuerte terremoto que sacudió el centro de la isla en la madrugada de ayer, en la misma zona donde a lo largo del día se registraron otros dos terremotos de mediana intensidad. 3.000 personas continúan atrapadas bajo los escombros.

El primer terremoto tuvo una intensidad de 7'8 puntos en la escala abierta de Richter, mientras que el segundo, registrado precisamente en la zona más castigada catorce horas después, fue de 5'2 puntos. Un tercer terremoto, de 5'1 grados, sacudió a las 19.07 hora local ayer (12.07 GMT) el centro de la isla de Taiwán, sin que hasta el momento se hayan facilitados informes sobre sus efectos. Los tres seísmos, que se han producido en menos de 24 horas, han paralizado la actividad en la isla y causado el pánico entre la población, que prefirió permanecer a la intemperie o buscar refugio en improvisados campamentos después de que se produjera el primero de los movimientos sísmicos.

Las autoridades taiwanesas esperan la inmediata llegada de ayuda internacional, encabezada por Japón y Estados Unidos, que ya han ofrecido su colaboración con equipos especializados en el rescate. La Cruz Roja China también ha ofrecido a Taiwán ayuda de emergencia humanitaria que podría enviar a la isla en pocas horas. Durante todo el día los equipos de socorro se han esforzado en la ayuda a las víctimas y un número difícil de precisar han podido ser rescatadas con vida de entre los hierros y escombros de los innumerables edificios afectados.