EFE-ANKARA Al menos siete personas murieron y 239 resultaron heridas a causa del temblor de 5'8 grados en la escala abierta de Richter registrado ayer en las provincias occidentales de Turquía. Este nuevo seísmo, con epicentro en la provincia de Kocaeli, sembró el pánico entre la población de la zona y del cercano puerto de Estambul, aún atemorizada por el movimiento de 7'4 grados ocurrido el 17 de agosto y que provocó más de 15.000 muertos.

Las autoridades locales confirmaron a la agencia Anatolia que el terremoto derrumbó una veintena de edificios de las zonas de Izmit y Golcuk afectados ya por los movimientos sísmicos de agosto. Según Anatolia, los equipos de rescate lograron extraer a tres personas ilesas de entre ruinas de un edificio, en donde se supone siguen atrapadas otras veinte personas, entre ellas un equipo que examinaba los daños causados por el seísmo del mes pasado. «Puedo decir que este temblor secundario ha desatado el pánico entre la población», declaró el presidente turco, Suleyman Demirel. El presidente añadió: «Temo que los que estaban nerviosos (por el terremoto de agosto) ahora han sucumbido al pánico».