Una joven perdió ayer la vida al perder el control de su automóvil en la carretera de ses Salines. Esta víctima supone la vigésima muerte registrada durante el presente año en las carreteras pitiusas.

El accidente tuvo lugar a las tres y media de la tarde cuando M.C.R., de 34 años de edad, circulaba en dirección a Eivissa. Un kilómetro antes de llegar a la iglesia de Sant Francesc, la joven, de nacionalidad española y residente en la isla, perdió el control de su vehículo un Peugeot 205 matrícula B-5686-JG, e invadió el arcén derecho de la calzada.

Según fuentes consultadas de la Guardia Civil de Tráfico, la excesiva velocidad del coche pudo propiciar el siniestro. El turismo dio una vuelta de campana y colisionó contra una pared de tierra. Fue necesaria la intervención de una dotación del Parque Insular de Bomberos para extraer el cuerpo de M.C.R. del interior del vehículo, ya sin pulso.

El personal sanitario desplazado hasta el lugar, una ambulancia del 061, con médico y enfermera, y otra de Ambulancias Insulares no pudieron hacer nada por la vida de la joven. Durante un largo periodo de tiempo, el equipo de las ambulancias intentaron reanimar a la víctima, pero todos los esfuerzos fueron inútiles.

Pero este no fue el único siniestro registrado en las carreteras ibicencas durante el día de ayer. A las seis y cuarto de la madrugada, un todoterreno y un autobús se vieron implicados en un accidente que se saldó con una herida grave.

El accidente ocurrió al chocar el todoterreno matrícula PM-7483DC, conducido por la joven M.G.T., ibicenca de 21 años, contra la parte trasera de un autobús turístico en el kilómetro 0'900 de la carretera de Vall de Morna. M.G.T. fue trasladada a un centro hospitalario con heridas de pronóstico grave.