Unidades del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, ayer en es Codolar. FOTO: GERMÁN G. LAMA

Un piragüista mantuvo ayer en jaque al grueso de los servicios de rescate marítimos de Eivissa, al darle por desaparecido un compañero con el que estaba practicando este deporte en aguas de Platja d'en Bossa. Finalmente, J.H., madrileño, empleado de banca, de 40 años y de vacaciones en la isla, «apareció» ocho horas después a treinta kilómetros, en la playa de Cala Vedella, lugar al que se dirigió con su piragua.

Todo empezó poco después de las doce del mediodía, cuando J.H. y un amigo estaban practicando piragüismo en Platja d'en Bossa. Dirigieron sus embarcaciones hacia Cap des Falcó y, al iniciar el regreso, el compañero se dio cuenta de que J.H. no regresaba con él. Alarmado, dio aviso a Salvamento Marítimo e inmediatamente se organizó un amplio dispositivo para localizarle. En este operativo intervinieron dos lanchas de la Cruz Roja; el barco «Illes Pitiüses» de Salvamento Marítimo, y efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (Geas) de la Guardia Civil. En la búsqueda llegó a participar el avión que el Institut Balear de la Naturalesa (Ibanat) tiene destinado en Eivissa.

Todas estas unidades empezaron a peinar la costa comprendida entre es Cavallet y es Codolar, además de es Freus e incluso la playa de Illetes, en Formentera. La operación continuó hasta las ocho de la tarde, precisamente cuando empezaba a plantearse la posibilidad de suspenderla para continuar durante la jornada de hoy. Fue en aquel momento cuando una embarcación que se encontraba fondeada en Cala Vedella avistó al piragüista y le informó que se había informado de su desaparición por Onda Marina.

J.H. se puso en contacto con su esposa para indicarle que se encontraba bien. Terminaba de este modo una jornada en la que incluso hubo momentos para la alarma, ya que un barco advirtió a Salvamento Marítimo que había visto una piragua sin tripulante en el mar, hecho que hizo temer por la vida del, hasta entonces, desaparecido.

La operación incluyó la observación de toda la costa metro a metro y la intervención de equipos de submarinistas en la zona de Cap des Falcó, último lugar en el que J.H. fue visto por su compañero. Una vez en tierra firme, J.H. se trasladó a las dependencias de la Guardia Civil en Eivissa para intentar aclarar lo sucedido. El piragüista indicó a la Benemérita que todo fue fruto de «un gran malentendido», ya que él tenía previsto realizar este recorrido desde un principio. Si se lo comunicó a su compañero o no antes de partir no pudo ser confirmado por este periódico.