El tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia de Palma ha
condenado a la dueña de un perro, que mordió a una mujer en la
pierna y le provocó una lesión que motivó que quedara en coma. Por
fortuna, la víctima llegó a recuperar el sentido, aunque en la
pierna aún sufre las consecuencias de esa mordedura.
Se da la circunstancia que es la primera vez que la Audiencia de
Palma se pronuncia sobre un caso protagonizado por un perro
considerado peligroso, tras la polémica que se suscitó por la
muerte de un niño en Can Picafort mordido por un can.
Este caso ocurrió en Eivissa el día 15 de julio de 1995. La
víctima, de nacionalidad extranjera, entró en una propiedad privada
para hacerle una pregunta a la dueña de la finca, situada en la
localidad ibicenca de Sant Josep. El acceso a la propiedad, según
señala el tribunal, se encontraba abierto, por lo que la mujer se
adentró a la finca y se puso a conversar con la propietaria.
Mientras se desarrollaba esta conversación un perro, que se
encontraba en la finca, y que la dueña de la finca había recogido
con anterioridad, atacó a la «invitada». El animal alcanzó con sus
garras el muslo izquierdo de la mujer.
La herida tardó tres días en acudir al hospital de Can Misses.
Los médicos confirmaron que tenía un estado de coma infeccioso.
Estuvo 27 días ingresada en el hospital, hasta que logró el alta
médica. La mujer sufre como secuelas de este ataque neurálgias en
el pie, así como un profundo dolor, reducción de sensibilidad y
sensación de frío. La sentencia señala también que la mujer
presenta varias cicatrices en la pierna izquierda por la mordedura.
Por esta lesión los jueces le otorgan una indemnización de algo más
de dos millones de pesetas, menos de lo que ella pedía.
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