La Guardia Civil ha desarticulado un punto de venta de cocaína y
hachís en Platja d'en Bossa en una operación en la que se han
detenido a dos personas, una de ellas el propietario de un bar que
supuestamente era utilizado para captar clientes y en donde,
además, la Benemérita halló caso dos kilos de hachís y una de las
dos pistolas simuladas que han sido intervenidas al culminar las
investigaciones que llevaba a cabo el Grupo de Identificación
Fiscal Antidrogas (Gifa).
Los agentes de esta unidad siguieron los pasos de Miguel J.M.,
natural de Murcia y de 31 años de edad, al tenerse conocimiento de
que frecuentaba determinada zona de Platja d'en Bossa con una
furgoneta Ford Courier y que en ello podía haber actividades de
venta de droga. Tras proceder a su identificación en el mismo lugar
donde supuestamente operaba, se le encontraron en su poder doce
gramos de cocaína, así como una pistola detonadora que llevaba en
la furgoneta.
El Gifa actuó con rapidez y logró del juzgado una orden de
registro para completar su investigación en el bar donde se
consideraba que, en connivencia con el presunto traficante, se
efectuaban los tratos con los consumidores.
Los agentes confirmaron sus sospechas después de que en el
almacén de dicho local hallaran siete placas de hachís, con un peso
total aproximado de un kilo y 700 gramos -cada una de unos 250
gramos-, otra pistola simulada y la caja que pertenecía al arma
intervenida al primer sospechoso. Con estas pruebas se pudo detener
a A.C.H., natural de Almería y de 38 años de edad, máximo
responsable del bar. En el transcurso de la operación también se
han incautado cinco teléfonos móviles y 50.000 pesetas.
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