El Tribunal Supremo ha obligado a la Audiencia Provincial a repetir un juico contra seis encausados por un alijo de 250 gramos de heroína aprehendidos en Eivissa tras haberse declarado nula una sentencia obtenida después que el entonces presidente del tribunal, Juan José Lopez Ortega, aceptara que dos de los sospechosos pasaran a ser testigos en la vista. Esta decisión se tomó después de que ambos llegaran a una sentecia de conformidad.

Un nuevo tribunal se desplazó ayer por la mañana a Eivissa exclusivamente para intentar juzgar a las personas que fueron procesadas después de que la policía abortara en el verano de 1994 la llegada a sa Penya de un envió de 250 gramos procedente de un clan de Málaga. La vista, pese a todo, no se pudo celebrar ayer por la incomparecencia de uno de los acusados, ilocalizable después de no habérsele dado en rebeldía.

El Cuerpo Nacional de Policía practicó la mayor parte de las detenciones en el puerto de Sant Antoni después de que dos mujeres, una de ellas en avanzado estado de embarazo y una joven toxicómana, llegaran en el ferry de Denia. En este lugar se intervino la heroína, que presuntamente debía ser entregada a otra mujer que actuaría como «correo» para introducir definitivamente la heroína en sa Penya. Los agentes, en el transcurso de la operación, arrrestaron a la joven toxicómana que fue utilizada para llevar la droga y posteriormente a otras cinco personas entre Eivissa y Málaga, ciudad esta última donde se siguió los pasos de sospechosos que habían sido vistos en la isla presuntamente planificando días antes el envío del alijo.

La Audiencia llevó al banquillo a todos los acusados en 1996. Dos de ellos aceptaron cumplir una pena de dos años y siete meses por los hechos que se le imputaban. El presidente del tribunal, posteriormente, tomó juramento a estas mismas personas para que actuaran de testigos en la continuación del juicio que se celebraba contra el resto de presuntos miembros de la red que también fueron juzgados el mismo día.