El West End de Sant Antoni era uno de los puntos que la Guardia Civil consideró como más problemáti- cos antes del inicio del partido. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Una final de la Copa de Europa siempre entraña riesgos para las fuerzas de seguridad, pero si en ella participa algún equipo británico, ese peligro se multiplica en localidades en las que el turismo de estas nacionalidades es mayoritario. En la presente edición de la competición continental el ganador fue el Manchester United, hecho que evitó, en gran medida, que hubiera altercados y, de este modo, la noche del pasado miércoles transcurrió con total normalidad.

Fuentes policiales de Sant Antoni comentaron a este periódico que no hubo que lamentar ningún incidente una vez finalizado el partido. En esta localidad, en la que existe una gran número de turistas británicos y en la que ya en alguna ocasión ha habido que intervenir tras acabar algunos encuentros -bien de competiciones de clubs o de selecciones nacionales-, la Guardia Civil tenía previsto un dispositivo de seguridad en previsión de que hubiera algún problema con los aficionados, aunque afortunadamente no fue así. «Hubo muchos aficionados ingleses y pocos alemanes, por suerte», comentaron estas mismas fuentes.

La policía de los restantes municipios de la isla también indicaron que la jornada transcurrió tranquilamente.