La psicóloga Marina Ribas, en una imagen promocional.

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«No hay ni buenas ni malas madres». Así lo expresa Marina Ribas, psicóloga sanitaria y perinatal que, a partir de este viernes y hasta el próximo 14 de marzo, coordinará el taller Trobada de Mares, organizado por la Concejalía de Igualdad de Ibiza. Ribas es la única psicóloga perinatal que trabaja en Ibiza en estos momentos y su objetivo ahora con este taller es los cuidados a la salud mental de las madres en esa etapa de sus vidas.

Ribas tiene claro que no existen malas o buenas madres per se, sino que «socialmente hay expectativas» y, el cumplirlas o no, genera en las mujeres sentimientos de culpa y cansancio sobre los que es necesario que hablen. Apunta que «las madres hacen lo que pueden y eso es más que suficiente».

El taller se basa fundamentalmente en «narrar y escuchar» las experiencias de las 15 mujeres que han logrado plaza para participar en el mismo. Lo harán a lo largo de cuatro sesiones en las que se reflexionará sobre la transformación que supone la maternidad, los estereotipos de buena y mala madre, las necesidades de la mujer en esta etapa y, en la última cita, la puesta en común con quienes comparten la crianza estas mujeres, sean sus parejas, sus familiares o sus amistades.

Maternidad

La maternidad, recuerda Ribas, «es un proceso en el que también interviene el plano mental por el que pasan las mujeres desde el embarazo hasta la crianza». Un proceso en el que es imprescindible «poner en el centro los cuidados y cuidar la salud mental de la mujer». «Todo pasa por el cuerpo de la madre», subraya la experta, «y es necesario cuidar de su salud mental porque, aunque hayamos avanzado mucho, aún queda camino por recorrer». De ahí que actividades como la Trobada de Mares se consideren importantes para que las mujeres pongan en común sus experiencias y reflexionen sobre lo que para cada una de ellas significa la maternidad: «El compartir y escuchar la experiencia de otras mujeres te ayuda a sentirte menos sola y favorece la salud mental de las madres y de las criaturas. No se puede obviar que, al principio, la madre es la figura de referencia para el bebé. Y hay que ver cómo incide en este bebé, pero también qué sucede con la pareja, con la familia, con el entorno».

Ribas considera que «con la maternidad, hay cosas que toman otro significado». Y es que, añade, «tener a tu cargo a una criatura que depende exclusivamente de ti es una gran responsabilidad y eso, en ocasiones, puede dar miedo y provocar cierto sentimiento de culpa». Algo que tiene un nombre: ambivalencia materna. «Se habla mucho ahora pero lo empezó a mencionar en los años 60 Adrienne Rich», explica la psicóloga, «es sentir dos cosas aparentemente contradictorias a la vez. Puedes sentir mucho amor por tu criatura pero también extenuación e, incluso, cólera. Te preguntas cómo puede ser que estés sintiendo todo eso a la vez. Y ves que el tiempo pasa rápido y lento a la vez».

Marina Ribas, por otro lado, considera que es muy positivo que las madres tengan acceso hoy en día a una gran cantidad de información. Sin embargo, cree también que esto puede llevar a que estén «desconectadas de sus instintos». «Es genial y es muy necesario tener información pero, a la vez, estamos desconectando de esa parte más instintiva», explica, «y la realidad es que el instinto está ahí para garantizar la supervivencia. La necesidad de pasar tiempo con el bebé, de cuidarlo, garantiza su supervivencia y favorece la vinculación. Al fin y al cabo, somos animales. Si una leona no cuida de su bebé en la selva, se lo comerán. Y con nosotras pasa lo mismo».

Estereotipos

En cuanto a los estereotipos, Ribas tiene claro que es necesario desmontarlos porque generan en las madres una presión importante. «No hay buenas ni malas madres», insiste, «hay una presión y un constructo social que genera culpa. Están en el pensamiento colectivo y es lo que vamos a intentar reflexionar en este taller. Son ideas como que para ser una buena madre, has de esforzarte más y demostrar más que el padre, en el caso de las parejas heterosexuales. Socialmente hay expectativas y esto es lo que vamos a tratar de deconstruir».

Marina Ribas no está de acuerdo con la idea tan extendida de que para cuidar es necesario cuidarse porque, asegura, «las mujeres que no son madres también tiene derecho» a ello. En su opinión, este lema «pone más presión sobre las madres cuando la realidad es que todos merecemos cuidarnos, tengamos o no hijos o personas a nuestro cargo».