La zona de chabolas donde se encuentra la camada de perros. | Irene Arango

El Ayuntamiento de Ibiza está tomando medidas para abordar el problema de los perros sueltos en una chabola ubicada cerca de Gesa, en el municipio de Ibiza Ibiza, después de que varios residentes mostraran recientemente su preocupación por la inseguridad que estos animales representan en el vecindario.

Una situación que se agravó cuando, a principio de verano del año pasado, una trabajadora de la zona fue atacada por uno de estos animales al intentar avisar a la propietaria de que uno de ellos se encontraba en la carretera.

La vecina afectada, Susana, explicó a Periódico de Ibiza y Formentera que la propietaria de los perros vive en la chabola junto a un gran número de perros y que, normalmente, los perros están sueltos, siendo además un peligro para el tráfico de la zona.

En este sentido, Manuel Jiménez, concejal de Bienestar Animal del municipio, informó a este medio que el Ayuntamiento ha estado trabajando en la zona junto a la Policía Nacional.

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Jiménez ha asegurado que dicha zona corresponde a una propiedad privada donde hubo asentamientos y que, anteriormente, ya se actuó con la Policía Nacional.

Sin embargo, se ha detectado que recientemente un nuevo grupo de personas ha llegado a la zona con una camada de perros, algunos de los cuales no tienen microchip, lo que dificulta el control y la identificación de los animales. Asimismo, algunos de estos animales han terminado en Sa Coma.
Asimismo, el concejal de bienestar animal afirmó que el Ayuntamiento de Eivissa está totalmente comprometido en tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los vecinos y el bienestar de los animales.

Jiménez aseguró que se están llevando a cabo esfuerzos, como el uso de drones para hacer un censo de los perros suelto. Además, desde el municipio de Ibiza han asegurado que «no van a consentir y van a ser implacables contra el maltrato animal».

La prueba mas reciente de ello es que no dudarán en interponer sanciones y multas a aquellos propietarios de animales que no cumplan con los requisitos básicos de bienestar animal.