IBIZA - Depuradora de Santa Eulària. | ARCHIVO

Mejorar las infraestructuras hídricas para no perder una gota de agua e incrementar su reutilización se han convertido en los principales objetivos del Ayuntamiento de Santa Eulària en cuanto a política de gestión del agua se refiere. Con la puesta en marcha de la desaladora de Santa Eulària en 2019, el Consistorio se puso como meta un balance de abastecimiento 70-30, es decir, que el 70 % del agua que consuman los vecinos de Santa Eulària sea desalada y el 30 % restante proceda de los acuíferos. Un objetivo que ahora mismo se encuentra a medio camino, ya que el aporte de agua desalada en 2023 fue del 29,23 %.

La alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, señala que su equipo de gobierno trabaja sobre cuatro ejes para alcanzar dicho objetivo. El primero es la mejora de las infraestructuras «para que no se pierda agua por el camino», con actuaciones como la construcción de depósitos, la sectorización de las redes y la digitalización de los contadores, lo que facilita la detección de fugas.

Ferrer explica que más de la mitad de los recursos, tanto propios como procedentes de otras administraciones, se dedican a mejorar las redes de abastecimiento y saneamiento.
Previamente, el Ayuntamiento de Santa Eulària inició una fase de municipalización de la red de agua, un «desafío complejo» dada la extensión territorial de los núcleos de población dispersos y los múltiples suministradores privados. Entre 700 y 800 consumidores de los 14.000 que hay en Santa Eulària aún se suministran de agua pertenecientes a redes privadas en zonas como Can Fornet, Can Ramon y es Canar.

Reutilización

La reutilización del agua es otro de los objetivos que el equipo de gobierno de Carmen Ferrer se ha puesto entre ceja y ceja para reducir el consumo de agua de los acuíferos. Un ejemplo son los 2,8 kilómetros de tuberías con la depuradora de sa Coma que servirán para llevar agua depurada a es Puig d’en Valls y Jesús. «Primero tenemos que ver la calidad del agua depurada y luego ver en qué podemos utilizarla», explica Carmen Ferrer.
Además, el agua de las piscinas se destinará a la balsa de riego de sa Rota cuando no haya otra alternativa que vaciar las piletas. Por último, Santa Eulària tiene proyectado la implantación de un sistema de ósmosis inversa para la reutilización del agua de la depuradora del pueblo que servirá para el baldeo de calles o regar el parque de Es Fameliar. «La reutilización del agua es la asignatura pendiente. Es un pecado hacer el esfuerzo de depuración y luego tirarla al mar. Este agua se tiene que reutilizar», señala Ferrer.

La Ordenanza de Gestión Sostenible del Agua de Santa Eulària exige, entre otras medidas, la instalación de eqipos de ahorro en nuevas construcciones para aprovechar el agua de lluvia en riego o mecanismos para reutilizar el agua de piscinas. También se estipula la incorporación de dispositivos de eficiencia, como reductores de caudal en grifos, duchas y cisternas en un plazo de cuatro años.

Inversiones

En los últimos cinco años (2020-2024) el Ayuntamiento de Santa Eulària ha invertido más de 8,5 millones de euros en 20 proyectos relacionados con el abastecimiento, saneamientos y pluviales. Unas inversiones a las que hay que sumar 2,7 millones de euros más del Servicio Municipal de Aguas para modernización en proyectos como telelectura y renovación de contadores orenovación de estaciones de bombeo, entre otros.

Además, Santa Eulària cuenta con nueve proyectos más a punto de licitarse por un valor de más de 3,7 millones de euros, entre los que destacan el llevar agua desalada a Cala Llonga, Roca Llisa o Can Lluís de sa Rota. «Ganaremos en calidad y garantizaremos el suminitro de agua en esta zona», apunta Carmen Ferrer.

«Los grandes consumidores empiezan a estar concienciados»

Carmen Ferrer recuerda que el pasado verano hasta 600 municipios en España han sufrido cortes de agua. «A todos nos puede pasar, pero hay que evitar que sea así. Dependemos de si llueve y si consumimos agua de una forma razonable», apunta la alcaldesa de Santa Eulària. Una responsabilidad con la que los grandes consumidores «empiezan a estar concienciados de que es urgente. Nos hemos sentado con ellos para trabajarlo», apunta Ferrer, quien asegura que el pasado verano ya han cortado el suministro a alguno de ellos. La Ordenanza de Gestión Sostenible del Agua de Santa Eulària incluye un plan específico para grandes consumidores como los establecimientos hoteleros, las instalaciones municipales, así como urbanizaciones y el puerto deportivo.