Lo anunció a comienzos de mes y, como suele ser habitual en estos casos, numerosos clientes y amigos se han acercado en las últimas semanas a despedirse del actual equipo del bar Leopoldo's, en Es Viver.
Benigno Rodríguez Beni se hizo cargo del negocio en 1994. El establecimiento, sin embargo, había abierto sus puertas hace casi 50 años y ahora la jubilación de Beni tampoco significará su cierre, sino que desde este mismo lunes el bar pasa a manos de Laura.
Tras 20 años trabajando en el sector de la hostelería, ella se ha animado a coger las riendas del negocio «porque vivimos en el barrio y conocemos a la gente, así que vamos a intentar seguir en la misma línea».
«Vamos a intentar conservar su esencia porque a ellos les ha funcionado, aunque siempre pondremos en marcha alguna pequeña mejora. Yo siempre acepto consejos de gente como Beni y María porque la voz de la experiencia es la que tiene la razón», asegura la nueva encargada del local.
En una calurosa mañana de domingo, la actividad en el Leopoldo's es frenética, sobre todo para María, quien ha estado sirviendo y cocinando para los clientes desde hace 30 años.
Fina, aunque reside en otro barrio de Vila, explica que tiene amistades en la zona, por lo que en los últimos años no ha dejado de visitar el bar. «Se merecen descansar porque han estado aquí mucho tiempo. Hacen un pulpo a la gallega impresionante», aprovecha para destacar.
María explica que, en este último día, por diferentes motivos Beni no ha podido acudir al bar, por lo que ella no ha podido parar ni un segundo. «Tengo sentimientos encontrados. Por un lado, sientes pena y por otro no. Llevo 30 años aquí y, a partir de mañana, a descansar y a bajar a Ibiza, que llevo tres años sin hacerlo», afirma. María reconoce que el barrio ha cambiado mucho en las últimas décadas «y no siempre para mejor».
Como cualquier domingo, en el bar trabajarán «como un día más», sin hacer nada en particular.
Benito reside ahora en Santa Eulària, pero antes era vecino del barrio y por ello ha querido acercarse al Leopoldo's. «Nos da pena que se marche, pero es normal que se jubile», destaca. También considera que el barrio ha cambiado, «pero es que toda la isla lo ha hecho».
Santiago es otro cliente habitual que celebra la jubilación de Beni. Según dice, él se siente en el bar «como en su casa» y allí acude mañana y tarde para degustar especialidades como el pulpo o el rabo de toro. Tanto es así, que este lunes va a continuar viniendo al quedar el negocio en manos de los nuevos encargados.
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