La Asociación Salvem Sa Badia de Portmany continúa con su campaña de recogida de firmas entre la ciudadanía, con el objetivo de exigir que no regresen los ferris a la bahía de Portmany y que ésta sea un entorno exclusivamente turístico, recreativo y pesquero, seguro para los bañistas y deportistas náuticos. Esta acción se realiza bajo el lema «No ferris. Firma ahora para que no vuelvan» y ya ha superado las 2.000 firmas digitales en la plataforma Change.org. Además, un equipo formado por una docena de voluntarios también trabaja para reunir firmas físicas.

A pesar de que el Govern balear finalmente ha decidido no autorizar la nueva línea a través del puerto de Sant Antoni que había solicitado la naviera Baleària, al pretender realizarla con un ferry de 86 metros de eslora, muy por encima del límite establecido, Salvem sa Badia seguirá recogiendo firmas porque el objetivo es que los grandes buques, con independencia de sus dimensiones, no regresen a la bahía.

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Con esta iniciativa se pretende demostrar la oposición social que existe hacia el regreso de estos buques y para fomentarla se está desarrollando una campaña de difusión en redes sociales y en portales de medios de comunicación, con creatividad y un vídeo creados especialmente para este fin.

La bahía de Portmany lleva ya cinco años sin ferris, desde que el Govern balear suspendió el tráfico de coches y mercancías, en febrero de 2019. A lo largo de este periodo, se ha podido contemplar de nuevo un agua transparente y limpia como hacía años que no se veía, los turistas han podido disfrutar de las playas de la bahía con tranquilidad y sin incidentes, algo que con las idas y venidas de los ferris no ocurría, y los ecosistemas marinos han iniciado un proceso de recuperación que no merece ser interrumpido.

Tras aquella decisión temporal, la moratoria fue prolongada en diversas ocasiones y, aunque finalmente se aprobó la reapertura del puerto al tráfico comercial, la limitación de un máximo de 65 metros en las esloras de los buques ha provocado que el puerto siga manteniéndose libre de esta actividad. La Asociación Salvem sa Badia de Portmany lleva años estudiando los efectos nocivos que provocan los ferris en el medio ambiente y también los conflictos sociales y económicos generados por su actividad. Su vuelta supondría una involución que perjudicaría gravemente el entorno de la bahía.