La bandera del Club Náutico Ibiza está a media asta. | Moisés Copa

El presidente del Institut d'Estudis Eivissencs (IEE), Marià Mayans, ha achacado a «una cuestión de dinero» que la Autoridad Portuaria de Baleares haya decidido entregar a Puertos y Litorales Sostenibles SL la gestión del Club Náutico de Ibiza durante los dos próximos años con la posibilidad de prorrogar esta autorización 12 meses más. Mayans ha calificado lo sucedido como «una humillación indignante» y ha lamentado que no se hayan tenido en cuenta valores como el papel social que ha jugado esta entidad en Ibiza durante casi 100 años.

En declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, Marià Mayans ha subrayado que «nadie puede superar al Club Náutico en la parte social y menos una empresa de fuera que no conoce nada de Ibiza». «Yo no soy aficionado al mar», ha añadido, «pero esto es una entidad de 100 años que ha sido hecha por ibicencos. Que ahora eso cambie por una cuestión económica es porque la ley está mal hecha».

El consejo de administración de la Autoridad Portuaria anunció este jueves su decisión de adjudicar a Puertos y Litorales Sostenibles SL la gestión del Club Náutico de Ibiza, generando así duras críticas en la isla. Y es que, ha recordado Mayans, «el Club Náutico hace una labor muy importante» por lo que considera que «no debería poder adjudicarse su gestión solo teniendo una cuenta la cuestión económica».

Para Mayans, lo sucedido con el Club Náutico Ibizademuestra que «falla la ley», que ahora mismo no prevé ningún tipo de protección hacia este tipo de marinas en las que lo social y lo deportivo tienen un peso más que notable. Falla también, en opinión del presidente del IEE, «quien aplica esta ley». «No sé si habrá otro trasfondo», ha concluido, «pero lo que ha sucedido da mucho que sospechar».
Por otro lado, la bióloga ibicenca Antònia Cirer, usuaria del Club Náutico Ibiza «de toda la vida» ha mostrado también su rechazo a la decisión de la APB de adjudicar la gestión de la entidad a Puertos y Litorales Sostenibles SL. Cirer ha calificado esta decisión como «una barbaridad» porque, ha recordado, el Club Náutico «no solo es un club que recoge a quienes tienen un vínculo con el mar sino que es el lugar en el que se ha escrito la historia social de Ibiza de los últimos 100 años».


Punto de unión

La bióloga, conocida por su labor en defensa de las sargantanes, ha explicado que «el mar es algo que se lleva de forma muy profunda en Ibiza». «Todo el mundo salía a pescar», ha añadido, «los campesinos sabían hacer llaüts. En Vila, todo el mundo estaba vinculado de una u otra manera al mar y el Club Náutico, ya en los años 30, era el punto de unión de todos. Por eso digo que ha ido marcando los hitos sociales de todas las capas sociales de Ibiza».

Cirer teme que la desaparición del Club Náutico tal y como lo conocemos suponga también la de los deportes náuticos de base porque «los gestores de amarres no se preocuparán de que los niños tengan clases de Optimist o de que la gente joven sepa cómo cuidar un barco para poder competir». Cuestiones que, en su opinión, «se aprenden en un club social».

Antònia Cirer, por otro lado, considera que «los políticos no han entendido que el club no es un negocio marítimo, que esto no son más o menos amarres de lujo. No han entendido que el Club Náutico forma parte de los recuerdos sociales del 80% de los ibicencos, que para muchas generaciones este club fue el lugar donde celebraron sus primeras fiestas. Incluso, el lugar en el que los jóvenes podían festejar de forma civilizada. Por eso los ibicencos tienen sus recuerdos familiares ligados al Club Náutico. Es la memoria social de todos, independientemente de la capa social. Lo que han hecho es una herida muy fuerte a la sociedad ibicenca».