La capilla ardiente, esta mañana | Moisés Copa

El salón de plenos del Consell d'Eivissa, donde tantas veces hizo gala de su autenticidad, acogió este sábado la capilla ardiente del expresidente Antoni Marí Calbet. Una bandera de Ibiza sobre su ataúd abierto reflejaba perfectamente el gran amor del político por las Pitiusas.

A las 10 de la mañana, los primeros en entrar fueron los familiares del fallecido. Carlos, uno de sus nietos, aseguró estar «muy orgulloso del abuelo que he tenido y de todo lo que ha conseguido, además de los valores que nos ha transmitido». Alicia, una de las hijas, lamentó que estaban viviendo un año muy difícil y deseaba que su padre tuviera una gran despedida «porque se lo merecía».

Tras firmar en el libro de condolencias, políticos de todas las ideologías entraron en la capilla ardiente para dar el pésame a la familia y acompañar los restos durante unos instantes.

El presidente del PP de Ibiza, José Vicente Marí Bosó, destacó que este sábado se despedía a «un gran ibicenco» y recordó anécdotas vividas con Marí Calbet, como cuando hace cinco años, en una comida del PP de Ibiza, «todavía nos puso firmes a todos», incluido a Fernando Martínez Maíllo, coordinador entonces de la formación nacional.

La periodista Misse García, responsable de prensa de Marí Calbet en el Consell entre 1992 y 1999, resaltó la «gran humanidad» del ibicenco, así como el «gran aprendizaje vital» que le supuso trabajar con él.

Muy emocionada, Carolina Bonet recordó cómo el expresidente le ayudó con una carta cuando ella adoptó a uno de sus hijos en la República Dominicana, un gesto que nunca olvidará. Ana María, sevillana residente en Ibiza desde hace años, consideró que Marí Calbet había sido un «buen presidente», muy cercano a los ciudadanos.

Joan Tur Ripoll, expresidente de la Pequeña y Mediana Empresa, lamentó la muerte de Marí Calbet porque «era un hombre al que apreciaba y hoy estoy de luto».

Para el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, el fallecido fue una persona «luchadora» que defendió siempre los intereses de los ibicencos y que se convirtió en todo un referente para los políticos actuales. Vicent Torres, expresidente socialista del Consell, señaló que posiblemente la institución no hubiera sido la misma sin la gestión de Marí Calbet.

Entre las anécdotas que muchos recordaron sobre los años de actividad política del ibicenco, el expresidente insular Pere Palau comentó el gran carácter que el fallecido mostraba siempre en la defensa de los intereses de las Pitiusas y recordó cómo en una sesión del Parlament iba a debatirse una ley con un apartado que no favorecía a Ibiza. Al no atender el PP sus reivindicaciones, Marí Calbet animó a todos los diputados ibicencos a marcharse durante el pleno del Parlament, lo que hizo que Gabriel Cañellas saliera corriendo en su búsqueda. «Efectivamente, al final se cambió el texto», afirmó Palau.

El exalcalde de Ibiza Enrique Fajarnés, el expresidente del PP José Juan Cardona o el presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, acudieron también a la capilla ardiente de Marí Calbet.