Una barca varada en Platja d'en Bossa.

Ibiza y Santa Eulària han dedicado todo este lunes a hacer balance de daños tras el paso del temporal que este domingo azotó con fuertes vientos y oleaje las costas de ambos municipios. En ambos casos, la peor parte se la han llevado los establecimientos ubicados en las playas y las infraestructuras, que vieron cómo el agua «subía más de lo habitual», según ha explicado a Periódico de Ibiza y Formentera Noé Fernández, manager de Beachouse, ubicado en Platja d'en Bossa.

«Realmente no nos ha afectado mucho», ha señalado aliviado, «porque nos dio tiempo a prepararnos. Cuando vimos que el nivel del agua empezaba a subir, retiramos las hamacas, aunque, a pesar de eso, llegó hasta la tercera fila, de las cuatro que tenemos». Fernández ha señalado que esta empresa cuenta con protocolos propios de actuación para este tipo de situaciones, por lo que, ante la previsión de temporal, fueron activados «para evitar problemas». Los clientes de este establecimiento, según ha relatado, no se vieron especialmente afectados por la situación y, es más, aunque se registró alguna cancelación, la mayoría disfrutaron de la jornada en el interior. El manager de Beachouse, sin embargo, sí ha mostrado su sorpresa por cómo el agua se tragó la playa: «En los cuatro años que llevo aquí he visto temporales que eran más fuertes, sobre todo por la lluvia. Pero nunca había visto que el mar subiera tanto como ayer. Y todavía sigue muy alto».

Más problemática fue la situación en Talamanca, donde los responsables del Hostal Talamanca no tuvieron tiempo de actuar. Las olas, según ha relatado el maître del establecimiento, Juan Marí, «pegaron muy fuerte en las terrazas». De las cuatro con las que cuenta el hostal, este lunes solo han podido trabajar «en una y media, más el comedor central». «Pegó muy fuerte en los toldos», ha recordado Marí, «las olas llegaron hasta arriba. La verdad es que la gente se lo tomó a cachondeo pero fue un día muy complicado». Las reservas han caído este lunes en el restaurante y, según ha explicado el maître, «solo funciona un 30 o un 40%» del establecimiento. «Al estar en primera línea», ha lamentado, «las pérdidas han sido cuantiosas. Si lo comparamos con un domingo normal, hemos trabajado solo un 30 o un 35% de lo habitual».

«Hasta las rodillas»
Marí también ha explicado que a lo largo de la tarde tuvieron que alertar en dos ocasiones al 112. En la primera llamada, el teléfono de emergencias les pasó con los Bomberos, a los que remitieron imágenes de la situación, pues en la calle Platja Talamanca el agua acumulada llegaba «hasta las rodillas». Los Bomberos, sin embargo, no pudieron acudir. Marí intentó una segunda llamada al 112 a las 18.50 horas y, tras 15 minutos de espera, desistió: «No había nadie en situación grave, así que no nos cogieron el teléfono. El hotel estaba rodeado de agua y estábamos incomunicados pero es algo que nos pasa con algunos temporales. A las arquetas no les da tiempo. Si ayer llega a llover, hubiera sido mucho peor».

El Ayuntamiento de Ibiza ha activado a primera hora de este lunes un protocolo de actuación inmediata, centrado especialmente en la playa de Talamanca, según ha informado en una nota de prensa. En esta zona, operarios del Consistorio han trabajado a lo largo del día para «posibilitar la circulación en el vial», que había quedado intransitable, así como mejorar «la pasarela y limpiar la playa con todos los plásticos y vertidos que han llegado hasta la misma». También se ha intervenido en los arenales de Figueretes y Platja d'en Bossa. A lo largo del domingo, la Policía Local recibió un total de 35 llamadas por incidencias relacionadas con el temporal: árboles caídos, desprendimientos de ramas y tejas y contenedores de basura desplazados. Además, los servicios municipales tuvieron que apoyar a los socorristas para «sacar a jóvenes» del agua en todas las playas de la ciudad. Algunos, al parecer, llegaron a introducirse «mar adentro», a pesar de que en todas las payas ondeaba la bandera roja que prohíbe el baño.

Valoración de daños
En el caso de Santa Eulària, el Ayuntamiento ha dedicado también la jornada al balance de daños y con la vista puesta en la predicción meteorológica, pues todo indica que el fuerte viento y oleaje se mantendrán hasta el miércoles. Según ha explicado la concejal de Litoral, Toñi Picó, «lo primordial ahora es la seguridad», por lo que permanecen «vigilantes hasta que acabe el temporal». El Ayuntamiento ya ha contactado con los propietarios de las embarcaciones que han quedado varadas y, además, ha procedido a la valoración de daños «playa por playa». Entre las más afectadas se encuentra la de cala Llonga, donde «se están colocando los retenedores de arena» y se están revisando instalaciones como las torres de los socorristas y la señalización.

La concejal de Limpieza, Mónica Madrid, ha explicado, por su parte, que será el miércoles cuando empiecen a «nivelar todas las playas, igual que se hace al principio de la temporada». Los trabajos comenzarán en las playas del núcleo urbano para después seguir en las que tienen mayor afluencia de visitantes. Esta madrugada, además, se llevará a cabo la limpieza del paseo de es Canar, que se ha visto muy afectado por los restos de posidonia desplazados por las olas