Una de las conversaciones grabadas por la Guardia Civil incluye una de las soluciones que se planteó para que el Club Náutico de Ibiza no tuviese oposición para mantener la gestión de las instalaciones portuarias. La charla telefónica tiene como protagonistas a Miquel Puigserver y Jaume Ferrando, ambos directivos de la Autoritat Portuària. La conversación se produjo en los siguientes términos:
Puigserver: «Tenemos que hablar con el presidente (Gual de Torrella) y que le den la obra a Enríquez (socio de Doce Millas)».
Ferrando: «Sí».
Puigserver: «Que hagan la obra y lo comido por lo servido, todos contentos, porque se llevarán más beneficio si se llevan la obra que explotando el Club (se ríe), pero yo le dije «tío, tú te podrás quedar el club pero tendrás una cámara de vigilancia con satélite sobre el club que no podrás ni ir a mear. ¿Eh, me entiendes?».
Ferrando: «Sí».
Puigserver: «Tampoco te arriendo la ganancia porque si has de estar tú sabes que los clubs viven de la picaresca. Si no te dejan hacer estás servido. ¿Quién es el que quiere un club para no ganar dinero? Yo lo dije en el Consejo de Administración. Es mucho más fácil que el club gane el concurso y solo tiene que hacer una cosa, que es hacer lo que hizo cuando fue fundado, que es no tener ánimo de lucro. ¿Quién podrá competir contra ellos? Nadie».
Precisamente, Puigserver es uno de los directivos de la Autoritat Portuària que se encuentra imputado en el ‘caso Puertos', la causa que investiga un posible amaño en la renovación de la adjudicación del Club Náutico de Ibiza. Estas conversaciones forman parte del sumario del ‘caso Puertos', que ha llevado hace unos días a la jueza Martina Mora a imputar a Rafa Ruiz, alcalde de Vila, por su papel en dicha trama. Rafa Ruiz participó en las reuniones en la capital ibicenca con el representante del Consell d'Eivissa en el Consejo de Administración de la Autoritat Portuària.
Precisamente, el secretario del consejo de administración de la APB, Jaume Ferrando, habló de «presión política» ante la jueza Martina Mora. Ferrando, a diferencia de Puigserver, no está imputado en la causa. El propio Ferrando se refirió a la prórroga de la concesión del Club Náutico de Ibiza como «un chanchullo». «Si no se lo dan al Club Náutico Francina puede cargarse a Joan (Gual de Torrella)», dijo también Ferrando en la conversación con Puigserver desvelada la semana pasada por este periódico.
Este escándalo ha tomado otra dimensión tras la imputación de Rafa Ruiz, que deberá declarar ante la jueza Martina Mora el 21 de junio. Ruiz es aún miembro del Consejo de Administración de la Autoritat Portuària y la jueza entiende que pudo participar en el posible delito de prevaricación que supuso el amaño del concurso de Ibiza. Ruiz apela al interés general para justificar su posición. La Fiscalía, sorprendentemente, no pidió su imputación en el caso.
7 comentarios
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Que considered os son los jueces. Con Vicente Mari le han estado dándole plazos con su imputacion hasta que por fin, ( si no hay más plazos), irá ante el juez pasadas las elecciones.
Y el Alcalde y la Barmengol no saben nada de este modus operandi. Ya tú sabes...
Huele a podrido, este es el resultado de lo que se está viviendo en Ibiza. Perversión
Menudo reino de Taifas se ha encontrado la jueza, debe ser para asustarse, si esto ha pasado con el club náutico .....no me quiero imaginar como ha actuado la APB en cada una de las cositas que han movido dentro del puerto. Y encima el club náutico ahora mismo es un peligro y les da igual.
Bueno, la práctica habitual del PPSOE. Que ambos partidos son iguales en la corrupción.
Toda política hace sus chanchullos. Si no fuera así ni seria política ni sería España.
Hala!!! Aquí se negocia dar obras o concesiones como el que da los buenos días, le damos las obras y así listos, que aquí en la cosa nostra mandamos nosotros pasándonos la ley por el forro y encima tienen el rostro y la cara más dura que el cemento armado excusándose en que lo de saltarse las leyes a la torera, intrigar y chanchullear era por 'el bien general', no cabe ninguna duda que estamos en la España profunda