Esta mujer señaló que algunos de los locales están ultimando los últimos detalles para poder afrontar una temporada turística «alentadora». Justo enfrente de esta tienda, estaban los vecinos Juan Riera El Bombero, José Marí y Ángeles Torrejón tomando un aperitivo en uno de los locales que alberga esta extensa calle de ocio y entretenimiento.
«Esta vía es la más frecuentada de la localidad. Tiene una enorme diversidad gastronómica», explicó Juan Riera, propietario del Nanit Rooms Ibiza Hostal, que está situado en esta avenida.
En este alojamiento trabaja Laila Marí quien explicó que trabajar en esta calle es muy divertido porque es una de las vías más animadas de toda la isla durante la temporada estival, pero también durante todo el año. Una vía en la que, según estos vecinos, siempre es posible encontrar clientes hasta bien entrada la madrugada en verano.
«Aquí se vive una experiencia que va más allá de la culinaria», señaló la vecina Chantal, una mujer extranjera que lleva más de 27 años afincada en Santa Eulària. «Esta zona es la que más me gusta de la isla. Nosotros estamos encantados aquí», apuntó con una sonrisa.
Esencia multicultural
En este sentido, la gran diversidad gastronómica que ofrecen los locales de la calle, hace que esta vía aglutine toda la esencia multicultural de la localidad en sus restaurantes, bares y tascas. «Yo elaboro las recetas más características de la cocina mediterránea con productos autóctonos de Ibiza y les doy un marcado toque francés», subrayó el cocinero del restaurante Es Terral, Matthew Salvagno, mientras compraba un par de bebidas alcohólicas en la bodega Ribas.
Este negocio es una de las tiendas de vinos y alcoholes con mayor tradición de Ibiza. Así lo reconoció su propietaria, Luisa Ribas. Esta mujer lleva regentando este emblemático negocio desde que falleció su padre. «Mi padre la fundó hace 54 años y luego yo la reformé en el año 2000», indicó esta risueña mujer resaltando entre risas que en esta calle de Santa Eulària sólo hay «vicio». En este sentido, muchos de los propietarios de los locales destacaron el gran ambiente de jolgorio que alberga esta calle en verano y las ganancias que esto genera, pero también reconocieron que muchos tienen que cerrar durante el año por la falta de clientela.
2 comentarios
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Me encanta la Calle San Vicente. Lo único que no me gusta es la gente incívica que arroja colillas en suelo o dentro de los maceteros que hay frente a las tiendas o restaurantes. Y debería ser sola accesible en coche para negocios/reparto a según que horas, y luego cerrarla. Lo que no está tan bonita es la otra parte de la Calle San Vicente, al otro lado de la plaza.
Una de las mejores calles de la isla.