«Aquí lo tengo todo. No me hace falta moverme mucho». Para Pepa Jiménez, la avenida de Sant Jordi es, con creces, una de las vías más completas.
En sus 1,8 kilómetros se aglutinan decenas de comercios, siendo una de las avenidas más extensas de toda Ibiza.
La avenida de Sant Jordi se inicia en la rotonda en la que a su vez interfieren otras dos grandes avenidas, la avenida de la Paz y la avenida de España, hasta finalizar en la calle de Caldetes. En ella podemos encontrar prácticamente de todo: servicios de estética, barberías, tienda de tatuajes, fruterías, alquileres de coches, servicios de mensajería… Incluso cuenta con tres grandes supermercados, bien en la vía o bien en la calle contigua, como son Lidl, Aldi y Eroski.
«Vivo en esta calle y es muy cómoda porque no tienes que desplazarte muy lejos en las cosas del día a día», señaló Nerea, una joven que salía de la Autoescuela Residencial, afincada desde hace más de 20 años en la avenida Sant Jordi, a Periódico de Ibiza y Formentera.
Además, su cercanía con el centro de la ciudad también es algo que destaca de esta avenida. «Esta calle es de gente de barrio, de trabajadores. No se puede vivir en pleno centro, pero aquí se está genial», explicó Santiago.
Aunque tenga prácticamente infinidad de locales, algunos residentes coinciden que hay un tipo de negocio que no abunda en esta calle. «Le falta algún bar más, alguna terraza… No hay nada prácticamente de hostelería», explicó Joaquín. La terraza del Rickyssimo, un restaurante de comida casera, es prácticamente la única que encontramos en toda la avenida Sant Jordi.
Sin embargo, eso no deja de ser algo anecdótico para la mayoría de sus vecinos, que ven la avenida Sant Jordi como uno de los lugares ideales para instalarse.
«Decidimos movernos hace unos años aquí por el colegio de la niña», comentó Laura, que paseaba junto a su hija Daniela. En la vía se encuentra el CEIP Poeta Villangómez. Asimismo, justo al lado del colegio, se ubica el parque Marià Villangómez. «Es genial contar con un parque así cerca de casa. Vengo mucho a hacer ejercicio y pasear con mis perros», señaló Sergio. Como todo, también tiene algunas cosas menos buenas que reseñar y la falta de limpieza es una de ellas. «Podrían limpiar más a menudo la zona», expresó Miguel, que vive en una de las calles contiguas. «Aunque es un poco la tónica de todo Ibiza», puntualizó.
Para otros, el excesivo tráfico también es un inconveniente al ser una de las vías céntricas más concurridas por coches. «A las siete de la tarde es imposible coger el coche aquí. Se forman muchas colas», dijo Patricia.
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