La discoteca DC10, cerrada por exceso de ruido

En relación a los precintos, todas las deficiencias han sido ya corregidas a excepción de tres casos en los que todavía se estaría trabajando para subsanar los fallos.

Según ha podido saber Periódico de Ibiza y Formentera, entre los locales donde se habría precintado el equipo se encuentra el conocido DC-10.

La teniente de alcalde de Acción Económica, Gobernación y Protección Civil, Pilar Ribas, explicó ayer que, durante toda la temporada turística, entre las problemáticas más frecuentes en el municipio se encuentran aquellas relacionadas con los excesos por ruidos. Por ello, la Policía Local de Sant Josep lleva a cabo inspecciones en locales objeto de quejas vecinales.    «De entre las revisiones, 20 instalaciones eran correctas. También me gustaría recalcarlo porque es de agradecer desde la Administración la buena disposición de muchos empresarios que actúan bien y que hacen correctamente las cosas», puntualizó la edil.

En relación a los precintos temporales, Ribas consideró que «significa que al final es una medida de control más». De hecho, dicha medida se mantiene mientras el local no da los pasos necesarios para garantizar el respeto a las restricciones y a la contaminación acústica. Desde el Ayuntamiento van realizando los controles sonométricos y, si se confirma el restablecimiento de la legalidad, se permite al local retomar la actividad musical, independientemente del procedimiento sancionador.

A lo largo del año, el Ayuntamiento josepí ha recogido 143 avisos y quejas por exceso de ruidos vinculados a establecimientos del municipio. También se han registrado 323 llamadas por ruidos en viviendas, contemplándose entre estas quejas desde perros que ladran a alarmas descontroladas. Un total de 43 inmuebles de Sant Josep han sido sancionados por estos incumplimientos acústicos.

«De cara al verano, lo que hacemos es intentar controlar, en la medida de lo posible, la convivencia entre los vecinos, el turismo y las distintas actividades», recordó Ribas.

También destacó la voluntad de la Policía Local para garantizar la tranquilidad de los residentes, «con todo el tiempo que implica desde que las quejas llegan de las zonas de población dispersa, y en ocasiones con pocos datos, lo que complica encontrar el origen de las molestias. A pesar de ello, quedan pocos avisos sin atender, especialmente en zonas urbanas».

En relación a las actividades, desde Sant Josep detallaron que la franja horaria en la que se registran más quejas por ruidos es la comprendida entre las 22.00 horas y las 01.00 horas, principalmente en fines de semana. Platja d´en Bossa, Cala de Bou y otras conocidas playas del municipio son las que acumulan también más problemas de este tipo.

Predisposición

La edil destacó la «buena predisposición» de los empresarios a quienes se les ha precintado el equipo de manera temporal. «Suelen ser bastante rápidos en solventar las deficiencias e imagino que también porque les conviene. No hemos tenido a nadie demasiado tiempo con un precinto temporal», señaló Ribas.

Sant Josep recordó que las infracciones más habituales suelen ser manipulaciones de los limitadores acústicos, la implantación de dobles instalaciones para esquivar dispositivos limitadores o la colocación de aparatos distintos a los autorizados en los estudios sonométricos de las instalaciones.

Desde el Ayuntamiento destacaron que los incumplimientos pueden estar sancionados con multas de entre 600 euros, para las faltas más leves, a los 300.000 euros, en los casos más graves.

La Policía Local ha realizado actuaciones por todo el municipio, tanto en zonas de ocio con más concentración de locales musicales hasta lugares como el Parque Natural de Ses Salines, donde se han corregido incumplimientos detectados en establecimientos de la playa de Migjorn o Cala Jondal.

De hecho, el Ayuntamiento informó este martes que este pasado fin de semana se precintaron los equipos exteriores de un local cercano a Sant Josep y todos los equipos musicales de tres espacios con los que cuenta otro conocido establecimiento cercano al núcleo de Sant Jordi.

En la inspección del primer local se encontraron limitadores acústicos distintos a los especificados en el estudio sonométrico del local, además de otras deficiencias. En el otro caso, se detectaron limitadores sin precintar, así como cableado colocado fuera del limitador.

Al comprobarse después que las irregularidades no se habían solucionado, se precintaron los equipos de manera cautelar.

La Policía también ha llevado a cabo tres sonometrías al contar con dos agentes acreditados para efectuar estas mediciones.