«No tenemos crematorio ni cementerio para mascotas; no queda más alternativa que los contenedores»

—¿Por qué esta nueva ordenanza de animales domésticos?
—Porque en el Ayuntamiento, hasta esta legislatura, no existía el departamento de Bienestar Animal como tal ni tampoco una ordenanza que regulara estas situaciones. Como todo departamento municipal, hay que hacer ordenanzas para regular.

—La tenencia de animales domésticos se regulaba a través de las normas subsidiarias.
—Sí, pero estaba en el área de Medio Ambiente. No contemplaba determinadas actuaciones.

—Su concejalía se ha creado esta legislatura. ¿Usted tenía experiencia en estos temas? ¿Ha tenido relación profesional con el mundo de los animales?
—No, la verdad es que no. Nunca había tenido un cargo público. Como militante de Podemos siempre había participado en el área de Bienestar Animal, sobre todo en el círculo de Vila. Por otro lado, siempre he tratado con animales y he tenido contacto como voluntaria. Mi familia tenía clínicas veterinarias, mi padre distribuía productos veterinarios...

—Hay puntos en la ordenanza que son muy conflictivos, como el de tirar los cadáveres de mascotas de menos de 50 kilos al contenedor.
—Esto lo recoge la ordenanza de gestión de residuos. La que hemos aprobado ahora no dice que tengas la obligación de tirarlo al contenedor. Puedes hacerlo si quieres. En la isla no tenemos un crematorio para animales y no todo el mundo puede pagar los 400 euros que cuesta una incineración en Mallorca. Tampoco tenemos un cementerio para mascotas. Todas las ordenanzas de tenencia de animales de los municipios de la isla recogen esto. Y viene de la ley balear 8/2019, que dice que tienen consideración de residuos los animales domésticos muertos. Yo no estoy de acuerdo con tirar una mascota al contenedor, pero es lo que tenemos. No hay muchas alternativas. Otra opción es llamar a Herbusa. Si el animal supera los 50 kilos, es obligatorio hacerlo. Pero, si tienes un periquito y se muere, es normal que no les llames para recogerlo. Lo tiras al contenedor o lo entierras.

—No hay muchas alternativas.
—Exacto. Además, en la legislatura pasada, en octubre de 2018, el Consell aprobó la creación de un crematorio, que fue apoyado por todos los partidos. Aún no se ha hecho nada. Y eso que, en el acuerdo entre el PP y Ciudadanos para el Gobierno insular, uno de los dos únicos puntos que llevan sobre el bienestar animal es precisamente el de la mancomunidad de la creación de un crematorio. Es más, se llegó a hablar de crear un cementerio insular para animales. El PP en Sant Josep me critica por esta ordenanza y la realidad es que, en el Consell, no han cumplido de momento ni con su pacto de gobierno ni con lo que se aprobó en el Pleno.

—Otra de las críticas es que no se tienen en cuenta las tradiciones de Sant Josep, como las matanzas.
—En este tema, hay que diferenciar lo que es un animal doméstico de lo que es un animal de granja. Esta ordenanza se refiere a animales domésticos de compañía. Para lo demás, la competencia está en manos del Consell. Y hemos dejado claras las definiciones. A ver, un cerdo es un animal de granja y, en principio, no entra en la ordenanza. Pero si usted tiene un cerdo como animal al que saca de paseo con su correa y duerme en su cama, sí entraría en la ordenanza. La oposición ha mezclado conceptos y los ha sacado de contexto.

—¿Y qué pasará con la fiesta del cordero musulmana? ¿A usted le parece adecuada una celebración que consiste en degollar a decenas de corderos para comérselos?
—Exactamente lo mismo. Esto pasa un control sanitario pero son animales para sacrificar en esta fiesta y consumirlos. Sobre mi opinión, me parece una aberración, pero no es competencia de mi departamento regular estas actuaciones. Es lo mismo que con los cerdos para la matanza. No son animales domésticos de compañía. Sé que es difícil de entender para quien no está metido en el tema. Y tenga en cuenta que existe muchísima normativa sobre estas cosas.

—Pero el PP precisamente criticó esto, que la ordenanza diferencia entre animal doméstico de compañía y animal de producción y regula también sobre estos últimos cuando, como usted misma dice, no tiene competencias.
—No es así. Creo que no entienden los conceptos. Por ejemplo, se habla de animales de granja que son tratados como animales domésticos y eso sí lo regula.

—Genera confusión. Yo puedo tener en casa gallinas para poner huevos o para jugar con ellas. Pero también puedo tener gallinas que ponen huevos y que juego con ellas.
—Sí, no digo que no pueda haber confusión. De todos modos, hemos hecho la aprobación inicial y ahora se pueden hacer alegaciones. Incorporaremos las que puedan mejorarla. Esta ordenanza ha sido muy participativa y llevo dos años trabajando en ella. En las reuniones ha participado gente de la que siempre puedes aprender. Hemos intentado consensuar y sacar una ordenanza a gusto de todos. Además, he intentado tener también en cuenta la nueva ley estatal sobre bienestar animal que se está tramitando ahora y que va a traer muchísimos cambios.

—¿Qué tipo de cambios?
—Habrá cambios sustanciales en temas como, por ejemplo, los perros potencialmente peligrosos. Se va a definir de nuevo qué podemos considerar un animal potencialmente peligroso. Es evidente que un chihuahua no es lo mismo que un pitbull. Pero no puedes pensar que todos los pitbulls son potencialmente peligrosos cuando tienes chihuahuas que van mordiendo a todos los críos que se cruzan por su camino.

—¡Pero no puede usted equiparar un chihuahua a un pitbull!
—Ya, pero con la nueva ley habrá que pasar una serie de controles. Aún no está lista y, una vez que salga, adaptaremos la ordenanza y la ampliaremos.

—¿Usted ha hecho esta ordenanza desde cero o es un copia y pega de otras ordenanzas?
—Desde cero. Pero piense que las leyes son las mismas para todos. Entonces, aquellos puntos que se remiten directamente a una ley, puede que sean iguales a los de ordenanzas de otros municipios. La nuestra la ha redactado el abogado Francisco Capacete. Nosotros le dijimos lo que queríamos. Se hizo una primera reunión a la que vinieron todos los que invitamos y Capacete fue tomando nota de lo que queríamos hacer. A partir de ahí, empezó a desarrollar la ordenanza.

Consenso, ¿sí o no?

Muchos han sido los que han criticado a Guadalupe Nauda por no haber consensuado la nueva ordenanza con otros partidos u organizaciones. Sobre los políticos, asegura que «olvidó» invitar a Ciudadanos y Ara Eivissa por «falta de experiencia en el trato con la oposición». Pero añade: «De todos modos, no he visto mucho interés por su parte en participar. Es más, vinieron a la comisión informativa y ni siquiera se habían leído la ordenanza».

No admite, sin embargo, las críticas en este sentido de organizaciones como el Colectivo Animalista de Ibiza. «Su representante, Andrea Manzano ha venido a todas las reuniones», afirma Nauda sorprendida por el reproche, «es algo que se puede constatar consultando la hemeroteca». En cuanto a que esta asociación rechace medidas como la de depositar los cadáveres de las mascotas en los contenedores, Nauda insiste en que no es algo que dependa de ella sino que así lo estipulan las diferentes leyes existentes al respecto.
Nauda, finalmente, recuerda que entidades como Cuatro Patas la amenazaron con la «desobediencia civil» frente a esta nueva norma y su respuesta, siendo de Unidas Podemos, es de las que rompe esquemas: «A lo mejor, ellos pueden hacerlo pero los políticos estamos para cumplir y hacer cumplir la ley».