Gonzalo Rodríguez Fernández-Díez. | Rosie Randisi

Más de 400 trabajadores se afanan en rematar los detalles de las obras para que el próximo 10 de julio sea inaugurado Six Senses Ibiza, en la bahía de Cala Xarraca, un proyecto que ha generado una gran expectativa en la isla al tratarse del primer resort que abre en España esta reconocida cadena hotelera internacional con sede en Bangkok, propiedad de Intercontinental Hotels Group (IHG), que cuenta con 18 establecimientos de lujo en todo el mundo y otros 25 proyectos similares en ejecución.

Gonzalo Rodríguez Fernández-Díez (Madrid, 1973) supervisa la tarea de todos los departamentos. Formado en el Hotel Escuela de la capital y directivo de hoteles desde hace más de 20 años, ha trabajado en cadenas como Meliá, donde se inició como ayudante de recepción, y en diversas compañías internacionales en España, Italia, México y Marruecos.

En los últimos 12 años, ha dirigido hoteles de cinco estrellas en Dubái, aunque no dudó ni un segundo en dar por concluida esa etapa en los Emiratos Árabes Unidos cuando le propusieron su nuevo puesto en Ibiza.

Forma parte de ese reducido grupo de directores de hoteles de lujo de Ibiza, con quienes comparte objetivos y un chat. La sostenibilidad, el bienestar, la gastronomía con productos locales orgánicos, la música, la moda y el arte son unos valores que tanto la cadena como su general manager en Ibiza comparten y reivindican desde hace años. Y eso fue lo que le trajo a Ibiza.

—¿Por qué le eligieron para dirigir el primer hotel de esta cadena en España?.

—Para mí fue una oportunidad única. Ibiza siempre me había atraído y, sin saberlo, yo ya estaba aplicando los valores de Six Senses tanto en mi vida personal como profesional. Cuando descubrí Ibiza, fue un amor a primera vista. Hace dos años, estaba en Dubái y no tenía perspectivas de volver a España, pero el proyecto me emocionó y decidimos trasladarnos toda la familia. Mis hijos han nacido en Dubái, una niña de 10 años y un niño de 8, pero nos vinimos sin dudarlo.

—¿En qué se diferencia la propuesta de Six Senses con respecto a la del resto de establecimientos de cinco estrellas de Ibiza?

—Six Senses se diferencia de otros hoteles por sus valores verdaderos de sostenibilidad y bienestar, y además porque también ofrecemos unas experiencias exclusivas para enriquecer a nuestros huéspedes a nivel personal. Igualmente, tenemos un Fondo de Sostenibilidad por el cual una parte de lo que pagan los clientes se destina a iniciativas sostenibles de la isla.

—¿Este esmero por el bienestar tiene algo que ver con el origen de la cadena en Bangkok?

—Six Senses empezó como una compañía de spas y wellness y luego evolucionó hacia el sector de los hoteles. Efectivamente, cuidamos mucho el bienestar, así como los valores de sostenibilidad que vienen desde su nacimiento. Cuestiones como que no se utilizan plásticos están muy asumidas desde la creación de la cadena en 1995. Desde entonces se ha ganado una reputación mundial por estas propuestas.

—¿Cómo es el perfil de sus clientes?

—Es un cliente que quiere reconectar consigo mismo, con los demás y con el medio ambiente. Es un cliente muy concienciado con el bienestar y el medio ambiente y que busca tener experiencias significativas. Son personas, tanto parejas como familias, que buscan salir mucho mejor de lo que entran, ya sea por las terapias de sueño, por lo que comen o por lo que contribuyen a un fondo de solidaridad, que es otra de las piezas clave que definen a la casa.

—La sostenibilidad, seña de identidad de Six Senses, está garantizada por el certificado Breeam, lo que le convierte en el primer resort en Baleares en obtenerlo. ¿Cómo se plasma este cuidado por el medio ambiente?

—Breeam es la metodología de construcción sostenible de referencia a escala global. Fomenta edificaciones sostenibles en todas las fases de su ciclo de vida, desde la construcción a la gestión, y persigue un mayor cuidado del medio ambiente y una mejora en la calidad de vida de sus usuarios, tanto para los empleados como para los huéspedes. Una certificación muy rigurosa que se plasma en más de 100 parámetros medibles como el uso de energías renovables, el bajo consumo hídrico, el uso de vehículos eléctricos, la monitorización de los consumos al detalle, el uso de materiales preferentemente locales y de flora autóctona o el tratamiento de residuos, entre otros muchos.

—¿Por qué su concepto de wellness es un referente global?

—El bienestar está en todas las facetas de la compañía, incluso cuando se trata de dormir bien. Tenemos un programa para medir el sueño que se llama Sleep with Six Senses, que abarca las características de la cama, el tipo de colchón, un aparato que se pone en la mesilla y te mide los valores del sueño, cuánto tiempo duermes de forma profunda, cuánto tardas en dormirte, cuánto tiempo sueñas o si tienes sueño ligero, cuántas veces te despiertas… Es muy útil para saber si estás descansando bien. Con esos datos, les proporcionamos lo que más les conviene, como por ejemplo unas buenas almohadas, y les ayudamos con meditación antes de dormir para que se relajen y descansen bien.

Tendremos tres pisos del hotel dedicados a la salud y el bienestar. El spa alberga cinco salas de tratamiento, una sala de vapor, un hammam y un Rose Bar con programas enfocados en la longevidad. El área también cuenta con gimnasio, ring de boxeo al aire libre, una plataforma de yoga frente al mar, un Sitar Den y un Juice Bar. Hay un Experience Den donde expertos en yoga y bienestar ofrecen programas personalizados. También se encuentran disponibles retiros de inmersión de varios días.

—La faceta gastronómica de Six Senses se caracteriza por el empleo de productos orgánicos en todos sus establecimientos.

—Eat con Six Senses es una propuesta muy importante. Siempre decimos que nuestros productos deben ser de kilómetro cero, productos naturales de altísima calidad, orgánicos en casi todo lo que hacemos. Nos adaptamos a la comunidad local y nos basamos en el ‘menos es más', es decir, siempre queremos que te quede tiempo para probar un postre delicioso, por ejemplo. En Eat with Six Senses enseñamos a comer mejor. Te puedes seguir tomando una hamburguesa, pero el pan lo hemos hecho nosotros, sin aditivos; el ketchup también lo hacemos aquí, la lechuga viene del huerto de al lado, de nuestra granja...

—En Sant Miquel se encuentra The Farm, la finca de agricultura ecológica que abastecerá a sus restaurantes, una iniciativa que ha sido aplaudida por los productores locales.

—The Farm es una finca con una casa payesa de 400 años de antigüedad en la que cultivamos nuestros productos orgánicos, que se pueden consumir en la granja o en el hotel, en el restaurante que hay en la entrada, que se llama Farmer's Market, que es como un mercado de productos de Ibiza, frutas o verduras que las traen a diario en un tractor hasta aquí mismo. Un tractor eléctrico, por cierto.

—¿Qué proponen los restaurantes del resort?

—Tenemos varios restaurantes, como el Farmer's Market, que incluye una pizzeria, un horno de pan y una charcutería y está montado como un mercado para desayunos comidas o cenas, y también tapas. Luego tenemos The Orange Orchard, que está al aire libre, que ofrece una comida mediterránea. También está el restaurante La Piazza, en el que estará al frente el chef israelí Eyal Shani, un reconocido cocinero en todo el mundo. El restaurante tiene una influencia de Oriente Medio muy marcada. Y luego tenemos la Life Cave, abajo en las rocas, un restaurante español, de grill, arroces, pescados… Y también me gustaría destacar el Pharmacy Bar, que es como si fuera una farmacia donde puedes tomar productos o suplementos naturales que te ayudan a levantar el ánimo, a dormir mejor o a relajarte. Tenemos un nutricionista que te prepara lo que necesites para mejorar tu estado físico o estado de ánimo.

—¿Cómo sería el menú de desayuno, comida y cena que recomendaría a sus huéspedes?

—Un desayuno ideal sería en el Farmer's Market, que no es un bufet, ya que se sirve en la mesa, sin ningún producto procesado, un desayuno energético que te haga sentirte mejor para empezar bien el día. Puedes empezar con un zumo de aguacate y apio y luego un café de Ibiza con leche de almendras que hacemos aquí; los huevos serán de nuestra finca, y el cliente o el niño tendrá una cestita en su habitación y puede ir a recogerlos para luego dárselos al chef para que se los prepare. Para comer, me iría al Life Cave a tomar un plato típico de Ibiza, un arroz o un pescado, y para cenar recomendaría La Piazza, donde habrá un show con música y animación. El chef realiza un auténtico show con las presentaciones.

—Decía que Ibiza y Six Senses tienen un feeling común...

—Así es. El hotel está construido sobre una base de conceptos como la comunidad, la espiritualidad y la celebración, tres pilares que también se identifican con Ibiza. De hecho, si Six Senses fuera una isla, sería Ibiza porque se conjuga perfectamente con Six Senses, con unos valores y unos profesionales y artistas que están aquí. En el caso de la moda, hemos creado Agora, que es un espacio abierto de prendas sostenibles, de marcas que tengan estos criterios y que también permite reutilizar o alquilar un vestido, que luego se devuelve. Todas serán marcas sostenibles y muchas de Ibiza. Además, haremos un festival de moda sostenible que tendrá un alfombra verde.

—Y que no falte la música y el arte...

—La música están en todas partes por el hotel, pero varía según el lugar y el momento del día. Tendremos música en vivo todos los días y un estudio de grabación profesional. Así, un artista puede venir a grabar a Ibiza o los clientes que quieran podrán grabar su propio disco. Es una experiencia más, y también se puede enseñar a los niños cómo trabajan los dj's. Estamos colaborando con muchos músicos locales. Y en la faceta artística, tenemos una exposición de la agencia Magnum, que nos permitirá mostrar fotografías que son obras de arte por todo el hotel. Asimismo, realizaremos exposiciones con artistas locales.

—¿Six Senses cuenta con programas de entretenimiento para los más pequeños?

—Es un resort familiar. Tenemos un proyecto que se llama Grow with Six Senses en el que inculcamos nuestros valores a los niños más pequeños. Les enseñamos a plantar y les ofrecemos talleres donde aprende los principios de la sostenibilidad. Tenemos un taller que se llama Alchemy Bar en el que les enseñamos, a padres e hijos, a hacer pasta de dientes natural o jabón. Buscamos mucho la reconexión entre padres e hijos, que hagan cosas juntos, como el programa que dura un día y en el que se dejan los teléfonos en una caja durante toda la jornada. Salimos a hacer una excursión didáctica para que los padres conozcan las hierbas del campo o que sepan cómo se preparan jabones naturales o aceites para el spa. Lo importante es que lo hacen juntos padres e hijos, que también tendrán actividades en el agua y en la granja… Y además los niños pueden elegir una película al final del día que la verán junto a sus padres. Reconectan con ellos. Pasan tiempo con ellos.

—La obras empezaron a principios de 2018, y por fin pronto estarán listas las 116 habitaciones, 18 residencias y dos mansiones que conforman el complejo. ¿Cuántos empleados tendrá el hotel a pleno rendimiento?

—Tendremos más de 300 empleados. Las perspectivas son muy buenas y ya tenemos muchas reservas y peticiones. Hay mucho interés en ver el primer Six Senses de España en un destino como Ibiza.

—¿Crearán empleo estable todo el año?

—Este año abriremos hasta noviembre, y a partir de 2022 abriremos todo el año porque nuestro objetivo es ése. En verano estará más orientado a resort vacacional y en invierno nos dedicaremos más al wellness y los retiros, una propuesta en la que nos vamos a especializar a nivel mundial.

—¿Darán prioridad a la contratación de trabajadores de la isla?

—Estamos en pleno proceso de contratación y la aceptación está siendo muy buena. Nuestra prioridad es contratar personal de la isla. Queremos tener mucho talento local y vemos que la gente de Ibiza está en comunión con nuestros valores verdes. En mayo tendremos dos días abiertos para la contratación de profesionales de Ibiza y además haremos un evento online en este sentido.

—¿Les han respaldado las instituciones y los vecinos de la zona?

—Mantenemos una óptima relación con todos. El espíritu de comunidad es otro valor importante de Six Senses; somos parte de Sant Joan y de la isla, nos orgullecemos de ello y de promover sinergias colaborativas. Con el Ayuntamiento de Sant Joan y los vecinos la relación es muy buena, hay una gran ilusión por el proyecto y, además de los empleos directos, estamos generando mucho trabajo indirecto con proveedores de la zona y suministradores de servicios de la isla. Es realmente un lujo poder trabajar con empresas y profesionales de aquí.

—¿Cómo pronostica que será la temporada turística en Ibiza?

—Soy muy optimista. Todo el mundo quiere venir a Ibiza. Hemos notado mucho interés, especialmente en Reino Unido, de donde vienen hasta ahora casi la mitad de las reservas que estamos teniendo, y también de alemanes, franceses y españoles, por lo que estamos muy satisfechos.

—¿Cuáles son sus retos para este año?

—Sobre todo, el reto apasionante que significa abrir Six Senses en España, un reto magnífico a nivel profesional. Además tengo el gran compromiso de ofrecer este servicio y esta imagen a nuestros clientes, que vean quiénes somos y cómo lo hacemos.

—¿Conoce a los demás directores generales de hoteles de la isla orientados al turismo de alto poder adquisitivo?

—Los directores de hoteles de cinco estrellas de Ibiza o resorts de lujo estamos todos conectados. Tenemos un grupo de whatsapp y nos relacionamos habitualmente. Nos conocemos y han venido aquí a conocer nuestra oferta. Somos un grupo con muy buena sintonía y con objetivos en los que coincidimos.