El próximo miércoles 31 de marzo se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Colon del que a nivel nacional, sólo en 2020, hubo 38.000 casos nuevos, convirtiéndose en el primer tumor con incidencia en ambos sexos. Baleares llega a esta cita con un programa de cribado estancado desde 2015 cuando las autonomías tenían un periodo de implantación de cinco años para llegar al 70 % de la población. A día de hoy, sólo funciona en el área de Inca, Menorca e Ibiza.
Tres expertas revisan la situación actual de esta enfermedad en las Islas. Defienden el cribado como la prueba de prevención por excelencia, se basa en una muestra de heces y sólo a los positivos se les hace una colonospia. «El problema es que da muchos falsos positivos y para la colonoscopia la lista de espera es alta, asumirlo requiere una importante inversión de medios y personal», asegura la doctora Mónica Guillot, jefa de sección de Oncología Médica del Hospital Son Espases.
Los síntomas que deben hacer saltar la alarma para sospechar del cáncer de colon es la sangre en heces o la alteración del ritmo intestinal, «aunque no hay que alarmar, lo más frecuente no será el cáncer», advierte. «Si el tumor está avanzado puedes perder el hambre, el peso, tener dolor...», añade la facultativa.
En el 95 % de los casos, la causa de este cáncer es desconocida. «Hay profesionales que las buscan desde el punto de vista epidemiológico como en la dieta, el deporte...», explica Gwendolyn Barceló, responsable del grupo Lípidos en Patología Humana del IdISBa. Su grupo investiga las causas a nivel molecular, centrándose en los lipídos de membrana, y la identificación de nuevos biomarcadores. «Queremos encontrar maneras alternativas de detectar la lesión de forma más precisa», aclara.
Junto con Antònia Obrador, responsable del grupo de Terapias Avanzadas y Biomarcadores en Oncología clínica del IdISBa, coordinan el área de Oncología y Hematología del instituto. Obrador se centra en el 5 % de los casos restantes, los hereditarios, que se conocen como Síndrome de Lynch o la poliposis adenomatosa familiar. «En todos los hospitales de Baleares se estudia al familiar índice, el que se sabe que tiene el cáncer, y se mira si hay una mutación en alguno de los genes que son los responsables del tumor», cuenta. Posteriormente, «identificamos a los miembros de riesgo de la familia para ver si también son portadores y una vez detectados se hacen estrategias de prevención», añade. Se pueden evaluar más de un centenar de casos al año.
Las tres expertas ponen el acento en que cada vez se encuentran a pacientes más jóvenes afectados por un tumor asociado a mayores de 65 años. «La incidencia está bajando en los últimos diez años», señala Barceló. Aunque los motivos son complejos, se asocian al crecimiento de la obesidad y a los cambios del estilo de vida. «La gente tiene claro que el tabaquismo es malo pero no la importancia de una dieta saludable», indica.
La pandemia de la COVID-19 ha afectado al diagnóstico de todo tipo de pacientes oncológicos. En 2020, la detección bajó entre un 15 y un 18 % respecto a años anteriores. Las expertas temen que la pandemia además repercuta en la financiación en investigación. «Ya veremos en los presupuestos porque todo se ha destinado a la COVID», avisan.
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