Protege el cabello del calor
Antes de estilizar tu cabello con herramientas que trabajan por calor, tales como la plancha y el rizador, aplica un protector. Esto evitará que se dañe. Recuerda que siempre debes secar el cabello previamente, porque la aplicación de calor sobre el cabello húmedo promueve la proliferación de bacterias. Si aún no tienes un secador, puedes consultar esta guía con los mejores secadores de pelo para conocer cuál es la opción adecuada para ti.
Contrario a la creencia popular, el cabello húmedo es más propenso al daño que el cabello seco y el secado al aire libre es perjudicial para el pelo. Secar el cabello al aire libre conlleva mucho tiempo, y durante ese lapso el pelo está expuesto a la humedad, lo cual ocasiona que se dañen los enlaces internos que mantienen unidas las láminas de cutícula.
Por ese motivo, el uso del secador no es opcional. Utiliza un artefacto de calidad, con una buena potencia de soplado, siempre en la posición fría o de calor más baja que ofrezca. Sécate el cabello posicionándolo a 20 centímetros de distancia y mueve el secador de forma continua por todo el cabello, sin detenerte por zonas.
Lava adecuadamente el pelo
Lava el cabello con poco producto y mucha agua, realizando movimientos suaves desde adelante hacia atrás. Evita frotar demasiado el cuero cabelludo porque esto estimula la producción de sebo. No es necesario que laves tu pelo todos los días, de hecho, se recomienda que dejes pasar al menos un día entre un lavado y el siguiente.
Evita utilizar agua caliente para tu cabello, porque las temperaturas demasiado elevadas resecan el pelo. Lava y enjuaga tu cabello con agua tibia para retirar la suciedad y el exceso de productos. Realiza un último enjuague con agua fría. En pocos segundos lograrás que se selle la cutícula del pelo y que luzca más brillante.
Desenreda tu cabello adecuadamente
La forma correcta de cepillado depende del tipo de cabello que tengas. Si tu pelo es lacio, debes desenredarlo en seco con un cepillo de cerdas naturales. Por otro lado, si es rizado, tienes que utilizar un cepillo con dientes anchos mientras está húmedo. Hazlo en el momento en que aplicas el acondicionador con un cepillo de madera, para evitar el frizz. En caso de tener un patrón de rizos muy cerrado, trabájalo con las manos.
Es recomendable que siempre utilices acondicionador de medios a puntas y que lo complementes con alguna crema para peinar si tu cabello se enreda mucho. Esta facilitará el cepillado al alinear las cutículas capilares y evitará que el cabello se dañe.
Aplica los productos adecuados para tu pelo
No hay productos de belleza capilar estándar que sirvan para todo tipo de pelo, porque cada cabellera necesita ingredientes específicos que se amolden a sus características particulares. Sin embargo, debes evitar aquellos productos que contengan sulfatos, porque deshidratan la piel del cuero cabelludo y pueden irritarlo. También tienes que desechar los que posean siliconas, porque solo falsean el aspecto del pelo y ocultan posibles daños, sin repararlos.
Si tu pelo es virgen y no tienes ningún problema específico a tratar, solo debes preocuparte de determinar si es seco o graso. Si tienes cabello seco, necesitas hidratarlo y evitar productos que contengan alcohol, ya que esto reseca la fibra. Si tu pelo es graso, tienes que descartar los óleos pesados y optar por una hidratación más ligera.
Los cabellos que se alisan o rizan con frecuencia y aquellos que presentan alguna condición que requiere un cuidado especial, como la caspa, necesitan un tratamiento específico. Lo mismo ocurre con las melenas que han sido decoloradas y teñidas, las cuales requieren mascarillas y sérums para recuperar su hidratación.
Cuida tu alimentación
Come sano y variado. Una correcta alimentación es fundamental para mantener el cabello saludable y fuerte. El pelo necesita principalmente vitamina A, biotina y zinc. Los vegetales de hoja verde, tales como kale, acelga y espinaca, son fuente de vitamina A. El zinc puedes hallarlo en las berenjenas, los garbanzos y los espárragos.
Respecto a la biotina, puedes adquirirla al consumir tomate, nueces y plátanos. Para saber con exactitud las cantidades de cada alimento que debes comer, concurre a una nutricionista que diseñe un plan alimentario personalizado para ti.
Lee las etiquetas de los productos que utilizas
La mayoría de los errores que se cometen en el cuidado del cabello se deben a la falta de lectura. Lee con detenimiento las etiquetas de los productos, sus ingredientes y las instrucciones sobre el modo de aplicación de cada uno. Así sabrás si ese producto sirve para tu cabello, verificarás que no contenga ningún componente perjudicial para ti, y sabrás cómo utilizarlo correctamente.
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