La playa de Es Cavallet, en Sant Jordi, fue escenario ayer un acto en el que se devolvieron al mar 26 tortugas marinas Caretta caretta que habían nacido fruto de los dos primeros desoves de la historia de las Pitiusas, en julio de 2019. Un día histórico e inolvidable para el medio ambiente de Ibiza y Baleares pero también preocupante porque, tal y como como explicaron los expertos, estamos ante una clara indicación de que el calentamiento global está más cercano de de lo que podamos pensar.

La mañana comenzó con una rueda de prensa en el Centro de interpretación y recepción de visitantes del Parque Natural de Ses Salines, ubicado en la casa rectoral de Sant Francesc.

Una tortuga emprende camino hacia el mar desde la playa de Es Cavallet. Fotos: Daniel Espinosa

Allí estuvieron presentes representantes de las administraciones que han tenido algo que ver con el plan, el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Llorenç Mas, el conseller insular de Medi Ambient i Territori, Vicent Roig, y los concejales del ramo de los ayuntamientos de Vila y de Sant Josep, Jordi Salewski y Mónica Fernández Campos.

Todos ellos incidieron en la importancia del día y resaltaron lo complicado que ha sido el proceso de instalación del sistema de seguimiento de las tortugas, pionero en Baleares, y que permitirá que sean estudiadas durante los próximos meses y agradecieron la labor y el trabajo de voluntarios, trabajadores del parque natural de Ses Salines, el Consorci de Recuperació de Fauna de les Illes Balears (COFIB) y el Centro de Recuperación de Especies Marinas (CREM).

Además, Vicent Roig aprovechó para recordar que son las primeras tortugas que han sido custodiadas en Ibiza, para destacar que puede ser una buena manera de promocionar «otro tipo de turismo más relacionado con la naturaleza, la conservación del medio ambiente y la calidad de nuestras aguas» y también para desear que «ojalá en el menor tiempo posible los miembros de la delegación del COFIB en las Pitiusas puedan tener un edificio estable con todas las condiciones en el recinto de Sa Coma».

Calentamiento global
Tras terminar la rueda de prensa la persona más buscada fue el Jefe de Servicio de Protección de Especies del Govern balear, Iván Ramos. También calificó la llegada de las tortugas y posterior nacimiento de los ejemplares en el mes de julio de 2019 a Platja d’en Bossa de «regalo para Ibiza» pero también hizo una llamada de alerta. «El que estén por aguas mediterráneas como las de las Baleares nos puede parecer muy bonito pero también esconde un hecho muy negativo y es el calentamiento global al que se está viendo sometido nuestro planeta por la acción del ser humano».

En este sentido Ramos alertó de que la temperatura del agua está aumentando considerablemente y este es el hecho fundamental de que las tortugas hayan elegido las aguas y las playas pitiusas. Algo que, además, está originando una evolución que es preocupante. «En el caso de las tortugas marinas está comprobado que su sexo viene dado por la temperatura de las aguas en las que nacen y ahora, con las altas temperaturas de nuestros mares, estamos viendo que hay un 90% de hembras por apenas un 10% de machos, lo que genera una importante desigualdad que es muy preocupante».

Además, este calentamiento global también está provocando un importante incremento de desoves en toda España, algo que hasta el momento no era nada frecuente. «En total hasta el momento se han registrado un total de once, el primero de ellos en el año 2001 en Almería, lo que significa un hecho sin duda histórico pero también preocupante porque tiene que ser una llamada de aviso sobre que algo no estamos haciendo del todo bien». Y es que según el Jefe del Servicio de Protección de Especies del Govern balear «se está comprobando una tendencia progrevisa a que cada vez más tortuga Caretta Caretta se acerquen a nuestras aguas sin que de momento sea nada fácil poderlas controlar».

De hecho, hasta el momento Baleares ha registrado cinco desoves, tres de los cuales en Ibiza, dos en el año 2019 en platja d’en Bossa (del que han nacido las tortugas que ayer se liberaron) y en la Playa de Es Cavallet, y otros dos en la isla de Menorca. «El hecho de que escojan unas islas y no otras como por ejemplo Formentera, con sus muchos kilómetros de playas y su buena calidad del agua es un fenómeno que de momento no podemos explicar y que se está investigando a fondo», aseguró Ramos.

Tras la rueda de prensa, en torno a las 12.00 horas comenzó el acto realmente importante de la mañana. A pesar del coronavirus, en la playa de Es Cavallet la expectación fue máxima con decenas de curiosos que no se querían perder un día histórico para la isla de Ibiza.

Además, hubo representación de todos los medios de comunicación escritos y audiovisuales de la isla, se usó un dron de la Policía Local de Sant Josep y se hicieron fotografías submarinas empleando un robot de última generación.

El proceso de liberación de ayer por la mañana se produjo en la arena de la playa, en una zona debidamente acordonada en la orilla y siempre manteniendo la distancia de seguridad decretada para evitar contagios de coronavirus. De hecho, tal y como aseguró Llorenç Mas en la rueda de prensa de unas horas antes en el Centro de interpretación y recepción de visitantes del Parque Natural de Ses Salines, se tuvo que reducir el número de participantes para cumplir con las medidas establecidas por las autoridades sanitarias.

Así, finalmente en la suelta participaron una decena de voluntarios de los más de noventa que durante varios días estuvieron pendientes, durante las 24 horas del día y haciendo turnos, de que los huevos se abriesen y naciesen las tortugras sin que nadie las molestara.

En una zona especialmente acotada con vallas de protección, todos ellos, con mucho cariño y mucho mimo, fueron sacando los ejemplares de las cajas de plástico donde venían para depositarlas en la arena y que ellos lentamente fueran llegando al agua para emprender una nueva vida en libertad en aguas del Mediterráneo de Ibiza. «En total se liberaron 26 ejemplares de los 39 que salieron con vida porque 9 de ellos han registrado unos pequeños problemas visuales y actualmente se están recuperando correctamente en el Palma Aquarium de Palma hasta que los expertos estén de acuerdo en que se las puede liberar», aseguró el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad.

Precisamente este acuario de la capital mallorquina es uno de los lugares donde se han críado los ejemplares nacidos en julio de 2019 en la incubadora del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de Balears (COFIB), junto al Laboratorio de Investigaciones Marinas y Acuicultura (LIMIA) de Andratx y el Oceanogràfic de Valencia.

Chip de seguimiento
A seis de los ejemplares de tortuga Caretta Caretta que se liberaron ayer se les han instalado unos chips de seguimiento de última generación con un sistema de seguimiento de transmisión vía satétite. Lo llevan en la parte superior del caparazón, no tienen apenas incidencia en el día a día de los animales y según Iván Ramos, tiene una vida útil de como mucho un año ya que posteriormente la silicona con la que está adherida al caparazón se acabará desprendiendo según el ejemplar vaya creciendo y aumentando su tamaño.

Un tiempo en el que los expertos intentarán tenerlos monitorizados a los ejemplares el mayor tiempo posible para conocer mucho más sobre su día a día. «Todo esto que estamos haciendo es un paso muy importante para el estudio de estas especies porque es la primera vez en Baleares que a las tortugas se les implanta un sistema de estas características y porque está demostrado que solo uno de cada 1000 ejemplares de tortuga que nace en libertad llega a edad adulta mientras de las que nacen en otras condiciones el porcentaje alcanza el uno de cada diez» aseguró el Jefe de Servicio de Protección de Especies del Govern balear.

Una de los aspectos más importantes que permitirá comprobar este sistema de seguimiento es, según confirmó Iván Ramos, «el por qué eligen nuestras aguas del Mediterráneo y cual es el viaje que hacen a lo largo de un año más o menos y que suele ser de bastante distancia ya que hay constancia científica de que ejemplares de Caretta Caretta jóvenes son muy valientes, pudiendo llegar nadando hasta aguas del Océano Atlántico y también del Estrecho de Gibraltar, mientras que los adultos prefieren quedarse tranquilamente en las zonas del Mediterráneo más oriental».

Por último, Iván Ramos quiso aprovechar el acto de ayer para hacer un llamamiento a la concienciación de la población. «Es muy importante que entendamos que es un animal que está clasificado como vulnerable dentro del Catálogo español de especies amenazadas y por eso si vemos que hay un nido, en lugar de hacernos fotos con él para subirlo a las redes sociales tenemos que llamar al 112 donde ya hay establecido un protocolo especial para actuar al respecto».