Un momento del incendio. | Arnau Camarena

«La carga térmica era elevadísima y la bovedilla no aguantó. Fue bastante laborioso y complicado atacar el fuego por las condiciones del incendio», apuntaron desde el Parque de Bomberos tras el incendio declarado ayer en el bajo de un inmueble localizado en el número 13 de la calle Málaga de Puig d'en Valls. Las altas temperaturas dañaron gravemente la estructura del edificio y la decena de vecinos de las dos viviendas han sido desalojados provisionalmente, ya que existe un riesgo real de que el edificio colapse.

Según señalaron ayer desde el Ayuntamiento de Santa Eulària, el arquitecto municipal firmó un decreto de desalojo de las dos plantas que se encuentran por encima del bajo que fue arrasado por las llamas, un local donde los cascotes sepultaron un vehículo que quedó completamente calcinado junto a otros enseres que se encontraban almacenados en el punto donde se inició el fuego.

Gran carga térmica
La alarma saltó minutos después de la medianoche, cuando varios vecinos alertaban sobre la presencia de unas llamaradas que salían del interior del bajo siniestrado.

Hasta el escenario del incendio se movilizaron una dotación de bomberos, patrullas de la Policía Local de Santa Eulària, Guardia Civil, una ambulancia del 061 y efectivos de Protección Civil. Los vecinos del inmueble salieron alertados por las llamas, las pequeñas explosiones y el humo que emanaba el local.

«Normalmente, para un incendio de un vehículo nos valdría con una línea de agua, pero en este caso tuvimos que activar dos líneas de mangueras para arrojar agua y espuma», detallaron los bomberos.

Ayer por la mañana los vecinos afectados recuperaron algunas pertenencias ya que, tal y como les advirtieron los técnicos, por ahora no podrán regresar a sus casas. Desde el Ayuntamiento ofrecieron su disponibilidad para aquellos afectados que no tuvieran donde alojarse. La Guardia Civil investiga el origen del fuego.