Tras no haber podido abrir junto a otras escoletes del Consell d'Eivissa y municipales de otros ayuntamientos, incluyendo Can Cantó que también pertenece al Consistorio de Vila, ayer por la mañana acogió a sus cinco primeros niños en sus horas de adaptación.
Allí les esperaban dos educadoras y una cocinera que intentarán paliar los problemas de plantilla que desde hace tiempo acarrea este centro debido a las numerosas bajas de sus empleados a lo largo de los últimos tres años.
Según explicó a Periódico de Ibiza y Formentera Paula Díaz, portavoz de los padres de la Escoleta de Vila, el día de ayer fue muy feliz para los pequeños que acudieron a sus horas de adaptación. «Ha sido muy especial, mi hija Leonor se lo ha pasado tan bien que cuando ha ido mi madre ha recogerla las profesoras no querían que se fuera porque estaba muy contenta y había disfrutado muchísimo».
Según Díaz, todo funcionó muy bien. «La persona que estaba en la puerta nos explicaba a los padres los pasos que teníamos que seguir, nos medía la temperatura y se encargaba de recordarnos que había que cambiarse los zapatos y una vez dentro el personal ha atendido fenomenal a los pequeños».
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