Entrada del hospital Can Misses. | Marcelo Sastre

El hospital Can Misses informó ayer de que ya está en marcha el plan para aumentar el número de plazas UCI después de que las cifras de contagiados por COVID-19 sigan en aumento. El centro habilitará quirófanos para acoger a un mayor número de pacientes. Cabe recordar que el hospital cuenta originariamente con 13 camas para esta labor y el número de infectados en estado grave alcanzó ayer la docena.

En la rueda de prensa de la Conselleria de Salut, el doctor Javier Arranz, portavoz del Comité de la Gestión del Coronavirus, actualizó las cifras del archipiélago. En Ibiza, según comunicó, se suman cinco nuevos contagios, llegando a 57 casos activos. A estos hay que sumarles el de la persona de 85 años que falleció el domingo.

En concreto, Can Misses registra 29 casos, 12 de ellos en UCI; la Policlínica Nuestra Señora del Rosario cuenta con tres hospitalizados, uno en UCI; mientras que 25 pacientes se encuentran en sus casas en seguimiento de la UVAC.

Los 12 graves de la UCI de Can Misses han hecho que desde Salut se tomen medidas y el hospital ya ha ampliado las camas a 15 en este área para pacientes críticos por COVID-19. A estas habrá que sumarles nuevas camas que se instalarán en el área quirúrgica, aunque aún no se han dado cifras. Además, se dispone de las 11 camas que hay actualmente en la URPA (Unidad de Reanimación Post Anestesia) para paciente crítico de otro tipo de patologías.

En cuanto a las residencias de mayores, las cifras se mantienen con un positivo en Cas Serres y los cuatro de Can Blai. El susto lo dio el propio Arranz en su comparecencia cuando informó de dos trabajadores contagiados en Sa Serra, una información que desmintieron desde la Conselleria minutos después de la intervención.

Sanitarios en vigilancia
Otro de los datos que salió ayer a la luz es el de cuántos sanitarios están infectados en Ibiza. Son cinco los casos que se cuantifican sin contar al trabajador de Can Blai que dio positivo. Además, desde Salud informaron que, a día de ayer, quince sanitarios se encontraban en vigilancia para saber si habían sido contagiados.

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No fue la única información que ofreció ayer. También anunció que no es necesario un doble negativo para que un paciente reciba el alta hospitalaria. Una vez que la prueba dé negativo será enviado a su casa, desde donde se le realizará un seguimiento.

Al ser cuestionado por cómo se decide que sanitarios deben hacerse la prueba fue claro. Aseguró que las normas de Sanidad son muy claras y que se les realizan a aquellos que tienen síntomas y a los que han sido apartados de sus puestos de trabajo para ver si se pueden reincorporar.

Estimación real
Por último, en cuanto a Baleares se refiere, la cifra alcanzó los 755 casos, con 26 fallecidos –cuatro más que el jueves–. El doctor Arranz valoró que la curva se está frenando, pero reconoció que la estimación es que los casos diagnosticados de COVID-19 sea mucho más elevada. «Parece que los casos que requieren ingreso representan entre el 15 % y el 20 % de la población afectada», aseguró. Una afirmación que supondría que en las islas podría haber actualmente más de 5.000 contagiados. Datos que, extrapolados a Ibiza, serían de una población afectada de entre 280 y 370 personas. En este sentido, recordó que los hospitales envían a casa a los pacientes que siguen dando positivo si mejoran sus síntomas.

EL APUNTE

Dos positivos en Sa Serra que desmienten más tarde

En la rueda de prensa de actualización de datos se informó de dos positivos en dos trabajadores de la residencia Sa Serra. Una información que minutos después desmintieron desde Salut.