Recinto de la Estación depuradora de aguas residuales de Cala Llonga. | Daniel Espinosa

Para la Alianza por el Agua la construcción de un emisario para la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Cala Llonga es una «medida continuista» con el modo de gestión de la Agencia Balear del Agua (Abaqua). Es decir, seguir tirando el agua depurada al mar.

El agua de esta Edar se almacena actualmente en una balsa y se utiliza para el riego del campo de golf de Roca Llisa. Desde la organización consideran que es un retroceso que se vaya a dejar de reutilizar el agua de la única depuradora de la isla de la que se obtenía un reaprovechamiento.

«Lo que debemos buscar es la reutilización del agua, no depurarla para tirarla al mar. Esto no es más que una infraestructura que mantiene lo que hay y con lo que no estamos de acuerdo», valoró el portavoz de la Alianza por el Agua, Rafael Tur.
Desde su punto de vista, dado que Abaqua indica que en ocasiones hay un excedente de agua que provoca vertidos en un torrente que acaba en la playa, «este excedente no debería ir al mar, sino a una nueva balsa para poder aprovecharla en el campo de golf o en otro sitio. Si no se aprovecha en el riego del campo de golf, habrá otros sitios donde se pueda utilizar», consideró.
Para él, el problema no es tener un emisario más, sino la línea continuista en una política que no apuesta por el reaprovechamiento.

Depuradoras
Además de criticar la medida, Tur insistió en la necesidad de mejora de todas las Edar de la isla para que el agua tratada pueda reutilizarse y cerrar el ciclo del agua.
Sin embargo, apunta a un problema de base en la red que impediría esta reutilización. La falta de inversión en la red de saneamiento, la salinización de muchos acuíferos y el vertido de la salmuera de desaladoras privadas a la red de alcantarillado, dificultan el correcto funcionamiento de las depuradoras de forma que el agua que producen no se puede aprovechar.
«Lo que tenemos que hacer es mejorar el sistema para poder cerrar el ciclo del agua. No seguir con la misma línea. Lo fácil es tirar el agua al mar y nosotros luchamos por que esto cambie», indicó.
Además quiso lanzar un mensaje a las instituciones para que apuesten por estas infraestructuras. «Hacerse una foto al lado de una alcantarilla no es sexy, queda mejor hacérsela al lado de un polideportivo, pero tenemos que entender que este es un trabajo en el que tenemos que ponernos a trabajar en serio».