Ibiza acoge la 13ª y 14ª prueba de la liga balear de las pruebas Agility

Estas pruebas fueron reconocidas como deporte hace siete años por el Consejo Superior de Deportes (CSD), bajo el paraguas de la Federación de Caza.

«Todas las pruebas de Agility están regladas, hay un número de recorridos y de pruebas que tienen que superar cada perro. En este caso, el juez es Miguel Morales viene de Madrid con un maletín con las pruebas. Un circuito diseñado, que nadie lo conoce, con los obstáculos oficiales», explicó el presidente del club, Toni Torres.

Como en todas la pruebas, los obstáculos deben de estar homologados y todos los Clubs Agility «tienen que tener los mismos tipos de obstáculos con los que plantear las pruebas», comentó Torres. Cada can tiene que superar, en el menor tiempo posible, una manga de cada modalidad que existen, la Agility y la Jumping. La diferencia entre ambas es que las Agility añade algunos obstáculos como la rampa, la pasarela y el balancín, que la Jumping no hace.

«El juez plantea la pista y se dan siete minutos para que los participantes, sin el can, la reconozcan y planteen su estrategia dependiendo de su perro, porque cada guía y cada can es un mundo. Por ejemplo, un solo guía puede llevar varios canes», detalló Torres.

Yolanda es una de las participantes que forma equipo con Thor, que participa en su tercera prueba, pese a que Yolanda lleva desde 2004 haciendo de guía de otros perros «que se hicieron mayores». «Para las pruebas puede valer cualquier raza o incluso mestizos pero hay algunas a las que les cuesta más, por ejemplo Thor es cazador y los olores le llaman», comentó la concursante.

Otro de los participantes es Sergio, que solo lleva un año, tanto el como su perro Tom. «No ha estado mal pero tenemos que mejorar aún», aunque ayer hizo su mejor tiempo, parando el cronómetro en 40 segundos.