Los Reyes Magos llegaron al puerto con gran puntualidad y derrocharon ilusión a su paso por las calles del pueblo de Sant Antoni. | Arguiñe Escandón

Subidos en el tractor que conduce Jaime desde hace varios años para remolcar la carroza del Rey Melchor por las calles de Sant Antoni todo se ve mucho mejor. Sobre todo la cara de ilusión de los más pequeños, cómo la gente graba todo con los teléfonos móviles y también cómo hay algunos adolescentes que ponen en peligro su integridad física al ir a buscar algunos de los caramelos que se lanzan desde la comitiva. Eso y la gran cantidad de personas que salieron a la calle para ver el paso de sus Majestades de Oriente por la villa de Portmany.

Melchor, Gaspar y Baltasar volvieron a generar una gran ilusión con su magia, su simpatía y los kilos y kilos de caramelos que lanzaron. También ayudaron en este éxito el medio centenar de bailarinas del Estudio de danza Adrián Pineda – que desafiaron al frío sin dejar de bailar ni un segundo durante el tiempo que duró la cabalgata –, los pajes que acompañaban a sus majestades y los voluntarios de Protección Civil que estuvieron atentos en todo momento para que no hubiera problemas.

Al ritmo de Disney
Los Reyes Magos llegaron súper puntuales al puerto de Sant Antoni. Lo hicieron a las 18.30 horas a bordo del Capitán Nemo II, sin apenas iluminación y acompañados por un numeroso séquito. Entre vítores, aplausos y fotografías y vídeos de teléfonos móviles, fueron recibidos por el alcalde de la localidad, Marcos Serra, y después se dirigieron a sus respectivas carrozas, Melchor azul y blanca, Gaspar dorada y Baltasar verde, con motivos africanos.

Delante de ellos abría la comitiva la estrella de Belén, sobre una furgoneta blanca, y otra carroza repleta de hadas de distintas edades.

Todo ello al ritmo de algunas de las canciones más conocidas de las películas de Disney como El libro de la selva, Un mundo ideal de Aladdin o La bella y la bestia. Algo que agradeció buena parte del público, sobre todo los más pequeños, que tarareaban emocionados los estribillos mientras miraban con los ojos muy abiertos a sus Majestades de Oriente.

La comitiva discurrió todo lo rápido que se puede esperar. Entre una gran cantidad de gente llegaron en algo menos de media hora hasta el principio del Passeig de Ses Fonts, un poco más para dar la vuelta en la rotonda conocida popularmente como ‘rotonda del Huevo’ y regresar en dirección contraria hasta enfilar el Carrer Ample. A esa hora, en torno a las 19.30 horas, mucha gente ya se refugiaba en los puestos de comida y bebida del Mercat de Nadal instalado junto al árbol. Incluido el alcalde, que se dejó caer unos minutos por allí para saludar a los vecinos.

Mientras, algunos niños tras ver pasar a Melchor, Gaspar y Baltasar y con las bolsas llenas de caramelos, aprovechaban que sus padres estaban de buen humor para pedirles que les dejaran subirse en las atracciones del paseo. Deseo concedido y la ilusión por las nubes. Seguro que algo tuvo que ver también la intercesión de sus Majestades de Oriente que les miraban con cara de satisfacción guiñando algún ojo mientras enfilaban por el carrer Ample, rumbo a la iglesia.

Allí, tuvo lugar la última parada para rendir homenaje al niño Jesús. Fue rápido, con menos expectación pero igual de importante, sobre todo para aquellos que creen en Dios.

Hoy, cita en Can Bonet
Desde allí se despidieron de los muchos que acudieron hasta Sant Antoni recordando que hoy, a partir de las 11.00 horas, estarán por primera vez físicamente en el barrio de Can Bonet, a la entrada del pueblo de Sant Antoni. Allí recorrerán algunas de las calles de los barrios de Ses Païsses, Can Bonet y Sol y Descanso hasta llegar a la iglesia de la Sagrada Familia.