«Podemos salvar vidas, dar paz a muchas familias y dar mejor calidad de vida a mucha gente», destacó el presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, durante la presentación del dispositivo.
El geolocalizador, según explicó Amills, está destinado a evitar la desaparición de personas mayores de 65 años con alzheimer y demencia senil, pero también para personas con epilepsia, asperger, autismo, síndrome de down, enfermedades raras, con minusvalía, sordas o que sufren violencia de género, entre otras.
«Vimos cómo con la situación de crisis había aumentado la desaparición de mayores. Cuando empezamos pensamos en las personas mayores, pero hemos visto que es mucho más amplio la gente que lo necesita», señaló.
El presidente de SOS Desaparecidos resaltó lo «fácil» que será con este dispositivo que la familia de la persona vulnerable «sepa dónde está y pueda acudir». Además, mencionó a la «gente que quiere suicidarse y en el último momento se arrepiente pero no puede contactar con alguien que vaya inmediatamente».
«Estén dónde estén, con apretar un botón, su familia podrá ponerse en contacto con él y podrán saber siempre dónde están», indicó el presidente de SOS Desaparecidos, quien añadió que afrontan este reto «con ilusión, como una necesidad, entendiendo que es en colaboración también con la policía».
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