Momento de la llegada del autor de un violento atraco a mano armada en Ibiza. | PERIÓDICO DE IBIZA Y FORMENTERA / PACO S. PEREZ

«No era mi intención hacer daño ni matar a nadie y solo quiero transmitir mis disculpas a los afectados». Estas fueron las palabras de arrepentimiento que verbalizó ayer ante el tribunal M.M.G., el vecino de Ibiza que fue condenado a una pena de dos años y un mes de prisión como autor de un delito de robo con violencia.

M.M.G., de 53 años y natural de Granada, reconoció los hechos y ratificó el acuerdo de conformidad que previamente habían alcanzado su defensa y el Ministerio Fiscal. La titular del juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza, Martina Rodríguez, dictó la sentencia ‘in voce', una sentencia que recoge el atenuante de ludopatía y que supone una rebaja de un año y siete meses respecto a la petición inicial de la Fiscalía.

El juicio se celebró ayer en la sala de vistas habilitada en las dependencias del Consell, punto donde el acusado, que se encuentra en prisión provisional desde el 27 de junio, llegó en un furgón de conducciones de la Policía Nacional.

Pistola en mano

Los hechos se sucedieron en torno a las 10.30 horas del pasado 25 de junio en la zona del Mercat Nou de Ibiza.

El ahora condenado abordó a un grupo de tres trabajadoras de Gas Repsol Butano y amenazó a una de ellas con una pistola Baretta 85 del calibre ocho milímetros antes de arrebatarle una bolsa que contenía unos 25.000 euros, una suma de dinero que las víctimas se disponían a ingresar en la oficina de la Banca March ubicada en la esquina de las calles Catalunya y Extremadura.

Momento en el que se produce el atraco a mano armada en pleno centro de Ibiza.

Tras arrebatarle de forma violenta la bolsa, el acusado inició una accidentada huida en la que esgrimió la pistola a todo aquel que se interponía en sus pasos. Varios transeúntes, al ver dicha acción, comenzaron a perseguirlo. El individuo cruzó el Parque de la Paz a la carrera, encañonando a las personas a la vez que les manifestaba que le dejasen o les «pegaría un tiro».

Entre las personas que salieron a su paso, un agente de la Guardia Civil que se encontraba fuera de servicio y un policía autonómico de Canarias que estaba de vacaciones en la isla.

Momento en el que varias personas se enfrentan al ladrón y tratan de arrebatarle el arma.

La huida concluyó en la calle Agapito Llobet, punto donde fue alcanzado y reducido por los agentes que venían siguiendo los pasos del atracador. A ellos se sumó una patrulla de agentes de la Policía Local de Vila, que lo retuvieron hasta la llegada de la Policía Nacional.

48 horas después, el juez de guardia decretó un auto de prisión provisional comunicada y sin fianza. El individuo, natural de Granada, ya contaba con antecedentes penales por otros hechos delictivos.