El alcalde de Sant Josep, Pep ‘Agustinet’, durante una visita a una infraestructura de bombeo de agua instalada en su municipio. | Archivo - Periódico de Ibiza y Formentera

La red de agua del municipio de Sant Josep no tiene un rendimiento óptimo. Y es que, según explicó Ángel Luis Guerrero, responsable del departamento de Aguas, «estamos ahora mismo sobre el 64 % y se considera que una red, para ser óptima, tendría que funcionar al 80 % de su rendimiento».

En este sentido, recordó que el Ayuntamiento ha invertido alrededor de 9 millones de euros en renovar la red, a los que se suman los 600.000 euros del sistema de telecontrol.

Por su parte, Aqualia implantó un Big Data de la empresa Takadú que gestiona los datos y permite detectar y analizar las incidencias que surgen en la red, tales como fugas, presión o calidad del agua. El objetivo de este sistema es identificar la incidencia antes de que se produzca y, para ello, analiza en tiempo real la información de la red de agua.

Aún así, se sigue perdiendo agua, aunque el concejal de Sant Josep aseguró que, además de pérdidas, hay agua que no está registrada. Esto sucede porque «se dan fraudes de gente que se conecta a la red sin ningún tipo de control y ese agua no se contabiliza».

De hecho, el Consistorio ha contabilizado, en lo que llevamos de año, un total de 18 enganches ilegales a la red de agua. El pasado ejercicio se encontraron 41. «Los fraudes los tenemos regulados en el reglamento y tenemos muchos cada año», reiteró.

Guerrero indicó que incluso han visto sitios donde no hay contadores, sino «un latiguillo ahí puesto». Estos casos ilegales los detectan a través del telecontrol. «Es un sistema muy potente que nos está dando información constante de dónde está el agua», matizó. «Ahora sabemos, prácticamente, dónde perdemos cada metro cúbico o dónde lo tenemos descontrolado», añadió.

Sanciones
En cuanto a las sanciones, explicó que varían en función del agua que ‘se roba' y del contador; es decir, se tiene que calcular el consumo que pasaría por el calibre de ese contador durante un año. «Van desde los 3.000 euros y la última que firmé era de 22.000 euros. No son sanciones muy agradables, todo hay que decirlo», precisó el concejal.

EL APUNTE

El objetivo es que todas las tuberías estén en suelo público

Guerrero recordó que el Ayuntamiento está trabajando para instalar todas las canalizaciones en terreno público, ya que antes se hacían por medio de fincas.

«Antes se llegaba a tratos de ‘tú pasas la tubería por aquí, pero me dejas una toma'. Hay gente que nos ha dicho que tenía agua siempre y les hemos tenido que explicar que no tienen contador ni contrato», insistió.

Por otra parte, Sant Josep quiere preparar un proyecto que pase por la carretera de ses Salines, con tuberías modernas y no fibrocementos, para hacer un entronque nuevo con la depuradora y conseguir eliminar las filtraciones de agua que han provocado numerosos vertidos en la zona.

«Seguimos con los ojos puesto en la autovía porque esa cantidad de agua solo puede venir de ahí. No sabemos si es un fallo constructivo o si es del propio acuífero de Sant Jordi», reiteró el concejal.