Han encontrado restos, pero aseguran que no son los que están buscando por el nivel en el que aparecen, por lo que dicen que no es «nada relevante» . | Daniel Espinosa

Los trabajos para la exhumación de la fosa del cementerio viejo de Eivissa, en ses Figueretes, siguen sin arrojar novedades de los 75 ibicencos asesinados durante la Guerra Civil. Sin embargo, ayer se abrieron dos catas en superficie en un terreno situado a la izquierda del pasillo central.

«Como hoy (por ayer) somos un grupo muy numeroso, estamos trabajando en las dos catas y seguimos también con el pasillo central en el cementerio no católico», señaló Luis Ruiz, presidente del Fórum per a la Memòria Històrica d'Eivissa i Formentera. Y es que ayer se juntaron 14 personas entre arqueólogos y voluntarios desde las 8.00 hasta las 18.00 horas.

«De momento sí que están apareciendo muchos restos, pero no se puede decir que sean los que buscamos por la superficie en la que están, es decir, por el nivel en el que aparecen; nada relevante», matizó Ruiz quien recordó que solo queda por excavar el punto más cercano a la capilla.

Asimismo, el cementerio viejo recibió ayer la visita del hijo de Enrique Torres, asesinado por los falangistas en el año 1936, quien dio alguna pista de donde cree puede estar enterrado su padre.

Segunda semana
Se trata de la segunda exhumación en las Pitiüses, después de la que se realizó hace justo un año en Sant Ferran (Formentera), y la octava que acomete el ejecutivo autonómico esta legislatura desde la aprobación de la Ley 10/2016, de 13 de junio, para la recuperación de personas desaparecidas durante la Guerra Civil y el Franquismo.

De este modo, el equipo de Sociedad Aranzadi trabaja en la exhumación desde el pasado lunes y lo hará, según las primeras previsiones, hasta finales de esta semana o de la que viene. Por testimonios orales se sabe que hubo enterramientos en el pasillo central que da entrada al cementerio, así como otros en la zona del cementerio no católico.