Imagen de los bomberos y un grupo de vecinos desalojados por el incendio ocurrido el 24 de marzo de 2017. | Daniel Espinosa

El Ministerio Fiscal solicita una pena de tres años y medio de cárcel para una vecina de Ibiza acusada de incendiar una casa de su propiedad que había alquilado a una pareja, un incendio que arrasó la vivienda y en el que la acusada resultó malherida.

El juicio se celebra hoy en el juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza y sentará en el banquillo de los acusados a la mujer de 50 años juzgada como presunta autora de un delito de incendio de bienes propios.

Los hechos juzgados ocurrieron el 24 de marzo de 2017 y acabó con la vivienda arrasada por las llamas, el inmueble desalojado y la acusada malherida por el humo.

Según el escrito de acusación, en torno a las 18.55 horas, la acusada, propietaria de la vivienda, aprovechó que se encontraba a solas para prender fuego al sofá del salón y a dos de las tres habitaciones de la casa ubicada en el número 47 de la avenida Sant Josep.

El ministerio público advierte que el objetivo de la mujer era perjudicar a sus inquilinos, tres jóvenes a los que había arrendado las habitaciones. El alquiler se había realizado verbalmente dos semanas antes de los hechos y los problemas surgieron cuando la dueña de la vivienda decidió permanecer en una de las estancias de la casa.

Los inquilinos se enteraron del incendio cuando se encontraban en la comisaría de la Policía Nacional de Ibiza denunciando las «amenazas y sabotajes» que venían sufriendo por parte de la dueña de la vivienda.

Indemnizaciones

El escrito de acusación también refleja una indemnización de 630 euros por los gastos de extinción del incendio, así como diferentes cantidades a fijar en sentencia para los inquilinos que perdieron sus pertenencias en el incendio.

José Carlos Nieto, el joven que alquiló las habitaciones, subraya que lo perdió todo en el incendio. «Invertí un dineral, unos 5.000 euros. Llegué a mitad de febrero y en marzo ya me quiso triplicar la renta, al negarme empezaron las amenazas y el incendio», relató el joven que, meses después, tuvo que abandonar la isla y trasladarse a Granada.