Un visiblemente afectado Gelete Nieto atendió a los medios de comunicación tras la confirmación del fallecimiento de su padre. | Daniel Espinosa

«Estamos destrozados. Ha sido un gran padre, un gran amigo y un gran deportista. Ha cambiado todo de un día para otro y ahora ya está descansando». Eran las primeras palabras de un destrozado Gelete Nieto tras confirmarse el fallecimiento de su padre, Ángel Nieto, la leyenda del motociclismo que no ha podido salvar la cerrada curva de la muerte.
Tras ocho días ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos, ayer por la tarde el motor del campeón de motociclismo Ángel Nieto se paraba definitivamente. Minutos antes de las 19.30 horas, un destrozado Gelete Nieto confirmaba el fatal desenlace, asintiendo con la cabeza a preguntas de los medios congregados desde primera hora del día en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario.
La muerte de Nieto se desencadenó cuando todo apuntaba a una mejoría de su estado. El trece veces campeón del mundo sufrió un edema cerebral masivo poco después de iniciarse el «proceso de despertar del coma inducido» en el que permanecía desde el pasado 26 de julio.
Empeoramiento súbito
Según informaron fuentes clínicas, ante la gravedad del estado que presentaba, los médicos le realizaron a las 3 de la madrugada una craniectomía descompresiva urgente, ya que Nieto presentaba un aumento brusco de la presión intracraneal. La intervención duró una hora y media aproximadamente.
Nada hacia presagiar este cambio de rumbo. Los acontecimientos se precipitaron de madrugada y por la mañana su pronóstico era crítico. Los médicos temían por su vida y hasta Ibiza se desplazaban de urgencia los miembros de la familia que se encontraban fuera de la isla. A primera hora de la mañana, Pablo, hermano de Ángel Nieto, llegaba a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario. A lo largo de la mañana lo hicieron los hijos de Nieto, Gelete y Pablo, que se encontraban en Brno, en la República Checa, y Fonsi Nieto, sobrino del expiloto de 70 años.
Tras 12 horas de tensión e incertidumbre, Gelete Nieto confirmaba con la cabeza la noticia del fallecimiento de su padre.
Poco después, Gelete atendía a los medios de comunicación concentrados en el acceso del centro clínico. «Nos quedamos con la cabeza muy alta porque era un gran padre», subrayó Gelete, quien agradeció el apoyo recibido por todos y el cariño hacia su padre.
La viuda de Ángel Nieto, Belinda, abandonó la clínica abrazada a dos amigas, y acompañada de otros familiares. Minutos antes lo había hecho un destrozado Pablo Nieto.
Poco antes había abandonado la clínica su sobrino Fonsi Nieto. Visiblemente afectado y golpeado por el desenlace, Fonsi expresó entre lágrimas que «se ha ido el más grande». Posteriormente han ido saliendo otros familiares y amigos de la familia.
Los miembros de la familia Nieto fueron abandonando el centro clínico, recibiendo los mensajes de apoyo expresados por decenas de personas que se acercaron hasta la clínica tras conocerse la muerte de Ángel Nieto.
La familia no pudo adelantar ningún detalle sobre la despedida del campeón de motociclismo. «No sabemos qué vamos a hacer», indicó Gelete Nieto, quien reiteró el agradecimiento de la familia por el apoyo recibido durante estos ocho días.
Desde la Policlínica informaron que Ángel Nieto había «evolucionado desfavorablemente hasta su fallecmiento, a pesar de los tratamientos realizados y del esfuerzo de todo el equipo sanitario de las Unidades de Neurocirugía y de Cuidados Intensivos».
El trece veces campeón del mundo de motocilismo sufrió un traumatismo craneoencefálico grave tras ser golpeado por un turismo cuando circulaba con su quad por la carretera de Santa Gertrudis.