Según informaron ayer fuentes policiales, los dos detenidos, un hombre de 34 años y nacionalidad británica, y un alemán de 43 años, están acusados de un delito de tráfico de sustancias estupefacientes, concretamente marihuana y hachís.
En el registro domiciliario los agentes se incautaron de 75 kilos de marihuana y 200 gramos de resina de hachís.
La investigación policial se inició a raíz del trabajo llevado a cabo por agentes del grupo UDYCO, que detectaron la plantación en una finca de Santa Eulària mientras realizaban funciones de control de este tipo de actividades.
En el registro domiciliario de la finca localizada en las proximidades de Santa Eulària los agentes intervinieron 21 plantas de cannabis que estaban en el exterior de la casa, así como otras 15 macetas que se hallaban en el interior de una de las habitaciones.
Además de las plantas de marihuana intervenidas, el operativo policial desmanteló todo un laboratorio de cultivo que contaba con lámparas, aparatos de ventilación y todo el material necesario para la elaboración y preparación de la marihuana.
La droga se encontraba en diferentes formas de presentación. Así, los agentes encontraron cogollos recogidos en bolsas, de entre 500 gramos y un kilogramo, dispuestas para la venta. También encontraron cogollos en cajas para fruta donde se preparaban para ser envasadas; cogollos en estanterías secándose; hojas en un arcón de frío donde se conservaban para su posterior manipulación y conversión en diferentes tipos de producto o en macetas en una habitación donde recibían luz muy potente para acelerar su crecimiento.
Además, los dos detenidos disponían de la plantación exterior donde se situaban las plantas ya adultas.
El Cuerpo Nacional de Policía dio por desmantelada la organización con las dos detenciones y la interceptación de la droga.
LA NOTA
Un centro de cultivo y preparación para la venta
La operación de la Policía Nacional destapó un completísimo centro de producción, cultivo y preparación para la venta de sustancias estupefacientes.
La finca controlada por los dos detenidos tenía una zona de plantación en el exterior, mientras que en el interior de la vivienda habían dispuesto un laboratorio con todos los dispositivos necesarios para acelerar el proceso para producir la marihuana.
Según apuntaron fuentes policiales, al equipamiento de lámparas y sistemas de ventilación, se sumaba otra zona de la casa destinada para la producción que ya estaba preparada para su distribución y venta.
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