48 horas después de la tromba de agua caída en Ibiza, los efectos del temporal todavía se hacen sentir en el antiguo edificio judicial de Vila por el que cada día pasan centenares de personas.
«Es un problema crónico pero no por ello hay que dejar de denunciarlo. Los juzgados de Ibiza no pueden estar en estas condiciones. Es una historia que se repite cada vez que llueve con algo de intensidad», lamentó el delegado de CSI-CSIF, Sabino Aramburu.
Detenidos por las escaleras
Asimismo, hizo hincapié en que la anómala situación que se vive en los sótanos afecta a todo el funcionamiento del edificio. «La inutilización de los ascensores y de los calabozos conlleva que los detenidos estén en una sala de vistas que no están acondicionadas para esta utilización y, además, supone que usuarios que vienen a declarar o denunciar se topen con los presos en la tercera planta o subiendo y bajando escaleras», apuntó el delegado de CSIF.
«Es vergonzoso que se tenga que trabajar en estas condiciones. La lluvia hace aflorar estos problemas y ha agravado otros», indicó Aramburu, quien apuntó que el agua caída ha agravado un desprendimiento producido en la parte baja de uno de los balcones del juzgado de Instrucción número 3, ubicado en la quinta planta. La semana pasada se produjo un desprendimiento y los cascotes cayeron en una pequeña terraza de la cuarta planta, en el ala donde se ubica la Fiscalía.
«Desgraciadamente, el edificio es un desastre y lo peor es que algún día podría ocurrir alguna desgracia», señaló Aramburu, quien añadió que «lo peor de todo es que no hay visos de solución y los nuevos juzgados todavía quedan muy lejos», manifestó el delegado sindical.
El decano de los juzgados de Ibiza, Juan Carlos Torres, lamentó el lunes una situación que entorpece el correcto funcionamiento de los juzgados de Ibiza, una situación que se repite año tras años con algunos episodios de lluvia.
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