Los familiares que denunciaron sostienen que la situación no ha mejorado. | Daniel Espinosa

Las familias con pacientes ingresados en la residencia de Sa Serra de Sant Antoni aseguraron ayer que la situación en el centro no ha mejorado pese a las denuncias realizadas y la visita de la Guardia Civil a las instalaciones. El Consell d'Eivissa hizo además la semana pasada una inspección del centro.

«Las úlceras caben en una mano cerrada», dijo ayer Concha Matas, acerca de la situación de algunos de los residentes. Julia Jiménez, con sus padres ingresados en el centro, lamenta que «no ha cambiado nada, la situación sigue igual, la comida no ha mejorado». De hecho, recuerda que su padre estuvo unos días ingresado en Can Misses y al volver a la residencia «avisamos para que tuvieran preparar la silla de ruedas y no la encontraron, la ambulancia estaba esperando y mi padre no tenía la silla». Asegura que su madre, además de las úlceras, «tiene una herida en las espinilla, como de un golpe».

La consellera de Serveis Socials, Fina Santiago, y la secretaria general, Isabel Nora, se reunieron ayer en Palma con representantes de la empresa Novaedat, que gestiona el centro sociosanitario, en la que se realizaron una serie de propuestas que hoy serán presentadas en Eivissa, por lo que Santiago volverá a la isla para dar a conocer el contenido de la reunión. El contrato del Govern con la empresa de Sa Serra acaba en noviembre y Santiago ha anunciado que no le renovará y asumirá la gestión la institución.

Santiago viajó el lunes a Eivissa para mantener una reunión con el Consell d'Eivissa en el que se acordó iniciar los trámites para el traspaso de las residencias de Sa Serra y Can Blai a la institución insular.